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jueves, marzo 28, 2024

Más gasolina a la hoguera para maíz

El USDA le recortó la superficie de siembra al maíz en 1.01 millones de hectáreas para ubicarlas en 36.22 millones; a la soya le incrementó la superficie en 930,000 hectáreas para llevarlas a 36.82 millones y al trigo solo le redujo en 142,000 hectáreas para quedar en 7.04 millones.

Es por todos sabido que los precios de los granos han estado sometidos a una enorme volatilidad desde agosto del 2020, y en este mismo espacio les advertíamos la semana pasada que el jueves habría dos reportes clave del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés): el primero, las intenciones de siembra de los productores norteamericanos para este ciclo y el segundo, el dato sobre inventarios de granos trimestrales.

Pues bien, el USDA sorprendió al mercado y es justo decir que simplemente le vino a echar más gasolina a la hoguera en el caso del maíz.

El consenso del mercado esperaba que no hubiera mayores sorpresas en cuanto a las superficies de siembra que publicaría el USDA, y que de haber alguna, esta vendría por el lado de los inventarios trimestrales, pero no fue así.

El USDA le recortó la superficie de siembra para el maíz en 1.01 millones de hectáreas para ubicarlas en 36.22 millones, mientras que a la soya le incrementó la superficie en 930,000 hectáreas para llevarlas a 36.82 millones.

En el caso del trigo, el dato se ubicó más cerca de las expectativas del mercado al solo reducirlo en 142,000 hectáreas para quedar en 7.04 millones.

Con respecto al dato de los inventarios trimestrales, el USDA los estimó apenas por debajo de lo esperado en el caso del maíz y el trigo, y en el caso de la soya apenas por arriba de lo esperado, y como se imaginarán, la suma de los datos anteriores hicieron que el mercado de futuros reaccionara en concordancia de inmediato haciendo que el maíz subiera fuerte, llegando incluso a tocar límite arriba en el plazo a diciembre por algunos momentos en la sesión mientras que la soya cayo fuerte casi un 5% en la sesión.

Por su parte, el trigo inicialmente siguió al maíz en el camino de las alzas, para finalmente cerrar con bajas moderadas.

Tan solo para que se den una idea de lo que esto significa, el que el USDA le haya recortado tanto la superficie sembrada al maíz implicaría que los inventarios finales terminarían el ciclo 22/23 en niveles de 36.7 millones de toneladas contra los 49.9 millones que habría calculado el USDA en su foro agrícola del pasado mes de febrero, y por supuesto, no faltan los pesimistas que estiman que los inventarios finales se podrían ir inclusive a niveles por debajo de las 25.4 millones de toneladas, lo cual sería sumamente grave.

En resumen, el balance del maíz se ha apretado considerablemente y contrario a lo que esperaba el mercado que con tan buenos precios se sembraría más maíz, los productores prefirieron irse de inicio a la soya, lo que da poco o nulo margen de fallas en la producción de maíz o podríamos ver agravarse el escenario de inventarios finales y producción lo que vendría a presionar fuertemente los precios del grano, ya de por sí altos.

El mercado estará a la expectativa de la evolución del clima en Brasil que se encuentra en plena cosecha para ver si ese país siempre sí puede entregar 25 o 30 millones de toneladas más que espera se cosechen este año con respecto al anterior para nivelar el mercado y que el clima se vuelva propicio para la siembra del maíz que está en pleno proceso en la Unión Americana, para que se compensen algo las estimaciones del USDA y la reducción esperada en la producción de Ucrania, ya que la agencia APK Inform calcula que este año solo se produzcan 18.6 millones de toneladas contra las 42.1 millones del año pasado debido a la guerra.

Y para aderezar el tema, los datos de empleo publicados la semana pasada en Estados Unidos muestran un mercado laboral vigoroso que presionará a la Reserva Federal para subir su tasa de referencia probablemente 50 puntos base en su próxima reunión, lo que podría generar fortaleza del dólar y menos ventas de maíz al exterior.

A pesar de lo anterior, el contrato a mayo cerró con una perdida semanal del 2.52 por ciento.

Habrá que estar muy pendientes, pero la volatilidad seguirá siendo la constante.

aga@gamaa.com.mx

Fuente: ALFONSO GARCÍA ARANEDA. EL ECONOMISTA.

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