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viernes, marzo 29, 2024

Panorama Agroalimentario del Maíz

FIRA. DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN ECONÓMICA Y SECTORIAL.

1. Resumen ejecutivo

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la producción mundial de maíz en el ciclo comercial 2018/19 se ubicó en 1,123 millones de toneladas, lo que significa un incremento anual de 4.2 por ciento. Se obtuvo una producción récord en Brasil, Argentina y Ucrania. Para el ciclo 2019/20, se proyecta una producción mundial de 1,104 millones de toneladas, lo que significaría un decremento anual de 1.7 por ciento.

El consumo mundial también se mantiene al alza. Al cierre del ciclo 2018/19 se ubicó en un máximo histórico de 1,127 millones de toneladas. El consumo forrajero representa 62.5 por ciento y el consumo humano e industrial 37.5 por ciento. Se prevé que en el ciclo 2019/20 se ubique en 1,125 millones de toneladas.

Los inventarios mundiales del grano se ubicaron en 324.1 millones de toneladas al cierre del ciclo 2018/19, acumulando su segundo año consecutivo con decremento, después del nivel histórico alcanzado en 2016/17. Dicho volumen equivale a 28.8 por ciento del consumo. Para el ciclo 2019/20, ante la expectativa de un consumo mayor que la producción mundial, se espera que los inventarios finales se reduzcan nuevamente.

Como resultado de mayor disponibilidad, el comercio mundial de maíz registró su nivel más alto en 2018/19, totalizando 177.9 millones de toneladas, lo que significa un incremento anual de 20.4 por ciento. Para el ciclo 2019/20, se proyecta que las exportaciones mundiales disminuyan 6.3 por ciento.

El precio del maíz en el mercado internacional mantiene una ligera tendencia al alza desde finales de 2017, aunque permanece en niveles bajos. La cotización promedio del grano en enero-septiembre de 2019, en 170 dólares por tonelada, es 3.7 por ciento superior a la del mismo período de 2018. Hacia marzo y mayo de 2020, los precios de los futuros ubican la cotización en niveles inferiores a los registrados durante los primeros nueve meses de 2019.

En México, la producción de maíz grano se ubicó en 27.2 millones de toneladas en el año agrícola 2018, lo que significa un decremento anual de 2.1 por ciento. La producción disminuyó por segundo año consecutivo, después del máximo histórico alcanzado en 2016. El 86.7 por ciento corresponde a maíz blanco, 12.9 por ciento a maíz amarillo y 0.4 por ciento a otros tipos de grano. El 70.8 por ciento de la producción se cosechó en el ciclo Primavera- Verano y 29.2 por ciento en Otoño-Invierno. Por régimen de humedad, 49.9 por ciento se obtuvo en condiciones de riego y 50.1 por ciento en temporal. En el período 2009-2018, destaca el dinamismo de la producción de maíz amarillo, con una tasa de crecimiento promedio anual de 8.3 por ciento. Para el año agrícola 2019, el SIAP proyecta una reducción de 2.3 por ciento en la producción nacional de maíz.

El consumo nacional aparente del grano también registra tendencia creciente. Se estima que al cierre del ciclo comercial 2018/19 se ubicó en un máximo histórico de 43.7 millones de toneladas: 56.7 por ciento de maíz blanco (24.8 millones de toneladas) y 43.3 por ciento de maíz amarillo (18.9 millones de toneladas).

México registra un saldo deficitario en su balanza comercial de maíz. En 2018, las importaciones netas se ubicaron en un máximo histórico de 16.2 millones de toneladas; 98.2 por ciento de dicho volumen correspondió a maíz amarillo.

2. Mercado internacional

2.1 Producción mundial

De acuerdo con información del USDA, la producción mundial de maíz durante el ciclo comercial 2018/19 fue la segunda más alta de la historia, con 1,123 millones de toneladas(1). Lo anterior representa un incremento de 4.2 por ciento con respecto al ciclo previo. Entre los ciclos comerciales 2009/10 y 2018/19, la producción mundial creció a una tasa promedio anual de 3.4 por ciento.

El incremento en la producción en el ciclo comercial 2018/19 es resultado de un nivel máximo histórico del rendimiento promedio, que registró un crecimiento anual de 4.4 por ciento, al ubicarse en 5.9 toneladas por hectárea, mientras que la superficie cosechada se redujo 0.3 por ciento. En los últimos diez años estas variables crecieron a tasas promedio anuales de 1.2 y 2.1 por ciento, respectivamente.

Entre los cinco principales países productores, destaca el crecimiento anual en los rendimientos en el ciclo 2018/19 en Argentina y Brasil, con incrementos de 35.9 y 16.8 por ciento, al ubicarse en 8.4 y 5.8 toneladas por hectárea, respectivamente. También destaca el crecimiento de 17.3 por ciento en la superficie cosechada en Argentina, que se ubicó en un máximo histórico de 6.1 millones de hectáreas.

De acuerdo con el USDA, durante el ciclo 2018/19 los cinco principales países productores concentraron 74.8 por ciento de la producción mundial: Estados Unidos (32.6 por ciento), China (22.9 por ciento), Brasil (9.0 por ciento), Unión Europea (5.7 por ciento) y Argentina (4.5 por ciento). México ocupó el séptimo sitio, con 2.5 por ciento de la producción mundial.

Entre los principales productores en 2018/19, destaca el crecimiento de la producción en Argentina (59.4 por ciento anual) y Brasil (23.2 por ciento anual). En ambos, la producción se ubicó en niveles máximos históricos. En Ucrania, que se ubica en el sexto sitio mundial, la producción creció 48.5 por ciento.

En Brasil, la alta producción es motivada por buenos precios del grano, además de condiciones climáticas favorables que permitieron un buen desarrollo del cultivo(2). En el caso de Argentina, la combinación de una mayor superficie plantada y buenas condiciones climáticas durante el ciclo de cultivo están favoreciendo la obtención de rendimientos récord, lo que explica el crecimiento de la producción(3).

Por el contrario, la producción en Estados Unidos y China decreció a tasas anuales de 1.3 y 0.7 por ciento, respectivamente. En Estados Unidos, como resultado de la reducción en la superficie cosechada y en los rendimientos promedio; en China, debido a la reducción en el área cosechada.

Por otra parte, para el ciclo comercial 2019/20 se proyecta un decremento de 1.7 por ciento en la producción mundial, para ubicarse en 1,104 millones de toneladas. Lo anterior, debido a la reducción en los rendimientos en Estados Unidos (4.5 por ciento), Unión Europea (3.1 por ciento), Argentina (1.9 por ciento), Brasil (3.3 por ciento), así como el decremento de la superficie cosechada en China (2.7 por ciento a tasa anual).

El USDA estima que la producción en Estados Unidos disminuya a una tasa anual de 4.4 por ciento, en China 1.3 por ciento y en Argentina 2.0 por ciento. En Estados Unidos se prevé la obtención de menores rendimientos en todos los estados productores, excepto en Missouri(4). En China, se prevé una menor superficie plantada debido a las políticas que favorecen el cultivo de la soya(5). Para Argentina, la menor producción es motivada fundamentalmente por la expectativa de menores rendimientos, debido a que muchos productores están limitando la aplicación de insumos, lo que afecta el rendimiento, a pesar de la presencia de condiciones climáticas favorables(6).

En Brasil la producción permanecería sin cambio respecto al ciclo previo y en la Unión Europea crecería 0.9 por ciento a tasa anual.

En el ciclo 2018/19, los rendimientos promedio en los cinco principales productores fueron: 11.1 t/ha en Estados Unidos, 8.4 t/ha en Argentina, 7.8 t/ha en la Unión Europea, 6.1 t/ha en China, y 5.8 t/ha en Brasil. En México se obtuvieron 3.8 toneladas por hectárea.

2.2 Consumo mundial

Durante los últimos diez ciclos comerciales, el consumo mundial de maíz creció a una tasa promedio anual de 3.4 por ciento. De acuerdo con su uso, el consumo forrajero creció a una tasa promedio anual de 3.8 por ciento, mientras que el consumo humano e industrial lo hizo a una tasa de 2.9 por ciento.

Así, al cierre del ciclo comercial 2018/19 el consumo mundial se ubicó en un máximo histórico de 1,127 millones de toneladas: consumo forrajero 705 millones de toneladas (62.5 por ciento del consumo total) y consumo humano e industrial de 422 millones de toneladas (37.5 por ciento del total).

Durante el ciclo comercial 2018/19, 52.2 por ciento del consumo mundial se concentró en dos países: Estados Unidos (28.0 por ciento) y China (24.2 por ciento). También destacan la Unión Europea (7.8 por ciento), Brasil (5.8 por ciento) y México (3.9 por ciento). Cabe destacar que el consumo de maíz en esos países registró niveles máximos históricos.

Entre los principales países consumidores, los mayores crecimientos en el uso del grano en 2018/19 se registraron en la Unión Europea (15.0 por ciento anual), India (6.7 por ciento anual) y China (3.8 por ciento anual). En México, el consumo creció 3.3 por ciento, motivado principalmente por mayor uso para la alimentación animal, debido a que la avicultura sigue siendo el principal usuario del grano(7). En Brasil, el consumo creció 2.4 por ciento; la producción de etanol a partir del maíz y el aumento del uso para forraje derivado de las crecientes exportaciones de carne a China ha motivado el crecimiento del consumo(8).

El consumo total de maíz en Estados Unidos al cierre del ciclo comercial 2018/19 se ubicó en 315.2 millones de toneladas: 54.7 por ciento para consumo humano e industrial (172.5 millones de toneladas) y 45.3 por ciento para uso pecuario (142.7 millones de toneladas). Lo anterior, significa un incremento anual en el consumo total de 0.4 por ciento.

En China, el consumo se ubicó en un máximo histórico de 273.0 millones de toneladas. Dicho incremento es motivado por un considerable incremento en el consumo humano e industrial (9.2 por ciento anual) y mayor uso forrajero (1.6 por ciento de incremento anual). El primero representó 30.4 por ciento y, el segundo, 69.6 por ciento del consumo total.

Las proyecciones del USDA para el ciclo comercial 2019/20 sitúan el consumo mundial de maíz en 1,125 millones de toneladas, es decir, 0.1 por ciento menor que en el ciclo previo. Se espera un incremento de 2.2 por ciento en el consumo humano e industrial, para situarse en 431.1 millones de toneladas, mientras que el consumo forrajero decrecería 1.5 por ciento, para ubicarse en 693.9 millones de toneladas.

Por otra parte, los inventarios mundiales de maíz al cierre del ciclo 2018/19 se ubicaron en 324 millones de toneladas, es decir, un volumen equivalente a 28.8 por ciento del consumo total. El 65.4 por ciento de los inventarios mundiales se ubicaron en China y 16.6 por ciento en Estados Unidos.

Así, el nivel de inventarios registra su segundo año consecutivo con decrementos, después de haber alcanzado su nivel máximo histórico en el ciclo 2016/17. Lo anterior, debido a que desde entonces el consumo creció 6.2 por ciento, mientras que la producción disminuyó 0.2 por ciento.

Para el ciclo 2019/20 las previsiones del USDA muestran, por tercera ocasión consecutiva, un nivel de producción inferior al consumo. Como consecuencia, los inventarios se reducirían 6.6 por ciento a tasa anual, para ubicarse en 324 millones de toneladas y representarían 26.9 por ciento del consumo.

2.3 Comercio internacional

El comercio mundial de maíz se ubicó en su máximo nivel en el ciclo 2018/19, con 177.9 millones de toneladas, es decir, creció 20.4 por ciento a tasa anual como resultado de una alta disponibilidad de grano a nivel mundial. Así, al cierre del ciclo se comercializó en el mercado internacional 15.8 por ciento de la producción.

La recuperación de la producción y los inventarios durante los ciclos comerciales recientes, así como el accesible nivel de los precios internacionales, han contribuido a la recuperación del comercio mundial del grano.

En el ciclo 2018/19, 88.7 por ciento de las exportaciones totales se concentraron en cuatro países: Estados Unidos (29.5 por ciento), Brasil (21.9 por ciento), Argentina (20.2 por ciento) y Ucrania (17.0 por ciento). Como resultado de las cosechas récord, las exportaciones de Brasil, Argentina y Ucrania cerraron en su nivel más alto de la historia, al registrar incrementos de 61.5, 63.6 y 68.0 por ciento anual, respectivamente. Por su parte, las exportaciones de Estados Unidos se redujeron 15.3por ciento anual, después de haber alcanzado su nivel máximo histórico en el ciclo previo.

Las exportaciones de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Ucrania representaron 14.3, 38.6, 70.6 y 84.6 por ciento de su producción, respectivamente.

De acuerdo con datos del USDA, en 2018 Estados Unidos destinó 23.9 por ciento de sus exportaciones de maíz a México, 21.9 por ciento a Japón y 10.4 por ciento a Corea del Sur, Principalmente. En tanto, según datos de UN Comtrade, los principales mercados para las exportaciones de Brasil fueron Irán (27.1 por ciento) y Vietnam (12.7 por ciento); para Argentina fueron Vietnam (19.7 por ciento), Argelia (14.7 por ciento) y Egipto (11.3 por ciento; y para Ucrania fueron Países Bajos (14.8%), España (14.3 por ciento), China (13.4 por ciento) y Egipto (11.4 por ciento).

Para el ciclo 2019/20 se proyecta que las exportaciones mundiales se ubiquen en 166.6 millones de toneladas, es decir, disminuyan 6.3 por ciento respecto al ciclo previo. Lo anterior, motivado por la menor cosecha mundial del grano.

Como resultado de la expectativa de menor producción de maíz en Estados Unidos, Brasil y Argentina en el ciclo 2019/20, se estima que sus exportaciones disminuyan 8.0, 12.8 y 6.9 por ciento a tasa anual.

Por otra parte, las importaciones de maíz están menos concentradas que las exportaciones. En el ciclo 2018/19, cinco países participaron en conjunto con 47.6 por ciento de las importaciones mundiales: Unión Europea (15.1 por ciento), México (10.2 por ciento), Japón (9.6 por ciento), Corea del Sur (6.4 por ciento) y Vietnam (6.2 por ciento).

Para el ciclo 2019/20, se estima que las importaciones de México y Vietnam crezcan a tasas anuales de 4.8 y 2.9 por ciento, respectivamente, mientras que las de la Unión Europea y Japón disminuyan 15.3 y 1.3 por ciento.

La Unión Europea importa maíz principalmente de Ucrania (52.5 por ciento) y Brasil (21.9 por ciento); México y Japón de Estados Unidos (99.2 y 91.7% de sus importaciones totales, respectivamente)(9).

2.4 Precio internacional

El precio de referencia del maíz en el mercado internacional es el del contrato de maíz amarillo No. 2 FOB (free-on-board) puesto en el Golfo, que cotiza en la bolsa de valores de Chicago (Chicago Mercantile Exchange). Entre 2012 y 2017, los precios registraron tendencia a la baja, al pasar de un promedio anual de 296.6 a 154.0 dólares por tonelada. En 2018 los precios comenzaron a recuperarse y se ubicaron en un promedio de 163.3 dólares por tonelada, es decir, 6.0 por ciento mayor que en el año previo.

Durante los primeros nueve meses de 2019, el precio del maíz registró un promedio de 170.0 dólares por tonelada, lo que significa un incremento anual de 3.7 por ciento.

Por su parte, los futuros de maíz amarillo con vencimiento en diciembre de 2019 y marzo y mayo de 2020 se ubican en niveles similares a los mínimos registrados a finales de 2016 y principios de 2017, es decir, en niveles inferiores al promedio observado durante los primeros nueve meses de 2019. Lo anterior parece reflejar las expectativas de suficiente disponibilidad de grano en el corto y mediano plazo.

No obstante, un factor que podría influir en la recuperación de los precios, es el decremento esperado en los inventarios al cierre del ciclo 2019/20.

3. Mercado nacional

3.1 Producción primaria

El maíz es el cultivo de mayor importancia en México, en el año agrícola 2018 participó con 35.1 por ciento de la superficie cosechada de cultivos cíclicos y perennes y con 16.3 por ciento del valor de la producción agrícola primaria del país.

Entre los años agrícolas 2009 y 2018, la superficie cosechada de maíz grano en México creció a una tasa promedio anual de 1.5 por ciento. No obstante, el año agrícola 2018 acumula su segundo año consecutivo con decrementos, al pasar de 7.6 millones de hectáreas en 2016 a 7.1 millones de hectáreas en 2018. En este último año, 83.3 por ciento correspondió al ciclo Primavera-Verano y 16.7 por ciento a Otoño-Invierno(10).

Por régimen hídrico, 77.8 por ciento de la superficie cosechada se cultivó en condiciones de temporal y 22.2 por ciento en riego.

El rendimiento nacional en riego creció a una tasa promedio anual de 1.7 por ciento entre 2009 y 2018, para ubicarse en un máximo histórico de 8.6 toneladas por hectárea en 2018, mientras que el rendimiento en temporal creció a una tasa promedio anual de 2.0 por ciento y se ubicó en 2.5 toneladas por hectárea al final del período.

Durante el período 2009-2018, la producción de maíz grano creció a una tasa promedio anual de 3.4 por ciento. Así, durante el año agrícola 2018 se ubicó en 27.17 millones de toneladas y, al igual que la superficie cosechada, acumula su segundo año consecutivo con decrementos. En este año, el 86.7 por ciento de la producción fue maíz blanco, 12.9 por ciento maíz amarillo y 0.4 por ciento otros tipos de maíz (azul, pozolero y de color).

La producción de maíz blanco creció a una tasa promedio anual de 2.8 por ciento, mientras que la producción de maíz amarillo lo hizo a una tasa promedio anual de 8.3 por ciento en el período 2009-2018. En el último año, la producción de maíz blanco decreció 4.0 por ciento (el rendimiento se redujo 0.5 por ciento y la superficie cosechada 3.5 por ciento), mientras que la producción de maíz amarillo creció a una tasa de 12.5 por ciento (el rendimiento creció 6.3 por ciento y la superficie cosechada 5.8 por ciento).

Durante el año agrícola 2018, 70.8 por ciento de la producción de maíz se cosechó en el ciclo Primavera-Verano (P-V) y el 29.2 por ciento en el ciclo Otoño-Invierno (O-I), con 19.2 y 7.9 millones de toneladas, respectivamente. El 50.1 por ciento de la producción se obtuvo en condiciones de temporal y 49.9 por ciento en riego.

En el caso del maíz blanco, 52.7 por ciento de la producción se obtuvo en condiciones de temporal y el 47.3 por ciento de riego, mientras que el 68.4 por ciento de la producción de maíz amarillo es de riego y 31.6 por ciento de temporal.

Para el año agrícola 2019 se prevé una producción de 28.2 millones de toneladas de maíz grano (blanco y amarillo, no incluye otros). Lo anterior significaría una disminución de 2.3 por ciento con respecto al año agrícola previo. Así, se estima que se cosechen 24.82 millones de toneladas de maíz blanco y 3.38 millones de toneladas de maíz amarillo, lo que significaría disminuciones anuales de 2.4 y 1.8 por ciento, respectivamente(11).

Todas las entidades del país son productoras de maíz; en el año agrícola 2018, cinco concentraron 56.2 por ciento de la producción nacional: Sinaloa (21.4 por ciento), Jalisco (14.2 por ciento), Michoacán (7.3 por ciento), Estado de México (7.1 por ciento) y, Guanajuato (6.2 por ciento).

En 2016, Sinaloa registró la máxima producción de maíz en su historia, con 6.43 millones de toneladas y en 2018 se ubicó en 5.8 millones de toneladas, acumulando su segundo año consecutivo con decrementos. Lo anterior, derivado de la reducción en la superficie cosechada, que pasó de 608.6 miles de hectáreas en 2016 a 524.0 en 2018.

En Jalisco, el segundo productor nacional de maíz, en el año agrícola 2018 se obtuvo una producción de 3.8 millones de toneladas, lo que significó una reducción de 4.4 por ciento respecto al año previo. Lo anterior, debido a que la superficie cosechada se redujo de 593.2 miles de hectáreas en 2017 a 581.0 en 2018, y el rendimiento en temporal pasó de 6.7 a 6.5 toneladas por hectárea.

Dentro del grupo de los principales estados productores, el Estado de México presentó la mayor reducción en su producción en 2018, con una tasa anual de 13.4 por ciento y, al igual que Sinaloa, acumula su segundo año consecutivo con decrementos, al pasar de 2.3 millones de toneladas en 2016 a 1.9 millones de toneladas en 2018. De manera similar, ha disminuido su superficie cosechada, que pasó de 530.0 a 487.3 miles de hectáreas en el período. También sus rendimientos, tanto en riego como temporal, se redujeron en los últimos dos años.

Sin embargo, entre 2009 y 2018, la producción en Sinaloa, Jalisco y Estado de México, creció a tasas promedio anuales de 1.2, 4.7 y 4.3 por ciento, respectivamente, como resultado de los crecimientos que presentaron en años previos.

Por su parte, la producción en Michoacán y Guanajuato creció a tasas promedio anuales de 6.0 y 8.1 por ciento en el periodo 2009-2018. Así, la producción en Michoacán fue de 2.0 millones de toneladas y en Guanajuato de 1.7, en 2018; en la primera entidad, como consecuencia del crecimiento en el rendimiento promedio, mientras que en la segunda, debido principalmente al incremento de la superficie cosechada.

De los diez principales estados productores, aquellos donde la producción es predominantemente de riego son: Sinaloa (98.8 por ciento), Tamaulipas (97.1 por ciento), Chihuahua (94.1 por ciento) y Guanajuato (72.9 por ciento); mientras que las entidades donde predomina la producción de temporal son: Veracruz (97.5 por ciento), Chiapas (95.7 por ciento), Jalisco (90.1 por ciento), Guerrero (86.6 por ciento), Estado de México (78.3 por ciento) y Michoacán (55.4 por ciento).

En cuanto al ciclo productivo, los estados en los que la producción se obtuvo mayormente en el ciclo Primavera-Verano son: Chihuahua (100 por ciento), Estado de México (99.9 por ciento), Guanajuato (99.9 por ciento), Jalisco (99.3 por ciento), Michoacán (98.2 por ciento), Guerrero (90.9 por ciento), Chiapas (84.1 por ciento) y Veracruz (60.0 por ciento). Por su parte, los estados con producción principalmente en Otoño-Invierno son: Tamaulipas (96.9 por ciento) y Sinaloa (88.4 por ciento).

El rendimiento promedio en México en el año agrícola 2018 fue de 3.81 toneladas por hectárea: 8.56 en la modalidad de riego y de 2.46 toneladas por hectárea en temporal.

En el período 2009-2018 el rendimiento promedio nacional ha crecido a una tasa anual de 1.8 por ciento, mientras que en la modalidad de riego lo ha hecho a 1.7 por ciento y en temporal a 2.0 por ciento. Los mayores rendimientos en riego se registraron en Sinaloa (11.56 t/ha), Chihuahua (11.1 t/ha) y Sonora (11.1 t/ha). En temporal, los estados líderes en productividad son Jalisco (6.5 t/ha), Colima (4.1 t/ha), Morelos (4.0 t/ha), Estado de México (3.7 t/ha) y Nayarit (3.7 t/ha).

En el año agrícola 2018, los diez principales municipios productores de maíz aportaron en conjunto 23.4 por ciento de la producción nacional. Ahome, Guasave, Angostura, Namiquipa, Navolato y Culiacán, cinco del estado de Sinaloa y el cuarto de Chihuahua, fueron los municipios con los más altos rendimientos en el país.

3.2 Consumo nacional

El consumo nacional aparente de maíz grano (producción, más importaciones, menos exportaciones), muestra una tendencia creciente. En los últimos cinco ciclos comerciales (2013/14 – 2017/18) creció a una tasa promedio anual de 6.2 por ciento: para el maíz blanco fue de 4.0 por ciento y para el maíz amarillo de 9.6 por ciento(12).

Así, se estima que al cierre del ciclo comercial 2018/19, el consumo nacional aparente de maíz crezca 2.5 por ciento con respecto al ciclo previo, para ubicarse en 43.7 millones de toneladas: 56.7 por ciento de maíz blanco (24.8 millones de toneladas) y 43.35 por ciento de maíz amarillo (18.9 millones de toneladas). El consumo por tipo de maíz decrecería 1.1 por ciento a tasa anual en maíz blanco y crecería 4.5 por ciento en maíz amarillo.

De acuerdo con las estimaciones del USDA, se prevé que para el ciclo comercial 2019/20 el consumo de maíz en México crezca 2.3 por ciento respecto al ciclo previo, motivado fundamentalmente por un mayor uso del maíz para la alimentación animal. Así, se estima que la industria de alimentos balanceados crezca alrededor de 3.0 por ciento. El consumo humano se ha ido contrayendo en los últimos años, atribuido a un lento crecimiento económico, el deterioro relativo de los ingresos de la población, aumento de los precios de la tortilla y al cambio en el patrón de consumo, especialmente en las ciudades(13).

En los últimos cinco ciclos comerciales (2013/14 – 2017/18), en promedio, el consumo humano representó 52.2 por ciento de la demanda de maíz blanco. Destaca que el consumo pecuario creció a una tasa promedio anual de 15.1 por ciento anual en el periodo, que contrasta con el crecimiento de 2.1 por ciento anual del consumo humano.

El maíz amarillo es utilizado principalmente para el consumo pecuario (76.4 por ciento de la demanda total de los últimos cinco ciclos comerciales terminados (2013/14-2017/18). El segundo uso en importancia es para la industria de almidones (17.4 por ciento), mientras que el consumo humano es reducido (2.3 por ciento). El consumo pecuario de este tipo de maíz creció a una tasa promedio anual de 11.8 por ciento en el período.

En los ciclos comerciales recientes, la oferta de maíz en el país ha superado la demanda. Mientras que la oferta ha crecido a una tasa promedio anual de 7.3 por ciento en los últimos cinco ciclos comerciales terminados, la demanda lo ha hecho al 6.2 por ciento, lo cual ha propiciado la acumulación de inventarios, totalizando 5.9 millones de toneladas al final del período.

Así, los inventarios totales han crecido a una tasa promedio anual de 17.5 por ciento en los últimos cinco ciclos comerciales terminados (2013/14-2017/18) y se prevé finalicen el ciclo 2018/19 en 6.4 millones de toneladas, para un incremento de 8.5 por ciento anual.

3.3 Intercambio comercial

La balanza comercial mexicana de maíz es deficitaria. Entre 2009 y 2018, las importaciones netas crecieron a una tasa promedio anual de 9.9 por ciento, al pasar de 6.9 a 16.2 millones de toneladas, por lo que se ubicaron en un nivel máximo histórico. En 2018, crecieron a una tasa anual de 18.7 por ciento, reforzando su tendencia creciente.

En 2018 se importaron 17.0 millones de toneladas: 93.5 por ciento fue maíz amarillo. Por otra parte, se exportaron 822 mil toneladas: 97.7 por ciento de maíz blanco(14).

Se estima que en el ciclo comercial 2018/19 las importaciones netas de maíz blanco representen 0.7 por ciento del consumo nacional aparente de este tipo de grano, mientras que las importaciones netas de maíz amarillo sean equivalentes a 82.2 por ciento del consumo nacional aparente de este tipo de maíz.

Estados Unidos ha sido el principal proveedor de maíz grano de nuestro país. Entre 2009 y 2018, 96.4 por ciento de las importaciones de maíz provinieron de esa nación.

3.4 Precios nacionales

El precio del maíz en el mercado nacional es influenciado por los fundamentales del mercado, la oferta y la demanda, pero también, por los precios internacionales.

El precio al productor del maíz en México durante el año agrícola 2018 fue de 3,860 pesos por tonelada, lo que representó un incremento de 6.9 por ciento en relación al año previo. El precio al productor se incrementó por cuarto año consecutivo, impulsado por la demanda interna del grano.

El índice nacional de precios al consumidor (INPC) de la tortilla de maíz, así como el de la masa y las harinas de maíz, muestran una tendencia creciente. En 2018 crecieron a tasas anuales de 4.0 y 6.1 por ciento, respectivamente. Un comportamiento similar presenta el índice de precios al productor (INPP) del maíz grano.

4. Referencias

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

SADER. Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

SADER-SIAP. Expectativas agroalimentarias 2019.

SADER/SIAP/ASERCA, SE y SHCP/SAT/AGA. Cosechando números del campo.

Secretaría de Economía (SE), Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI).

USDA-FAS. Argentina. Grain and Feed Annual. 4/25/2019.

USDA-FAS. Argentina. Grain and Feed Update. 7/15/2019.

USDA-FAS. Brazil. Grain and Feed Update. 6/25/2019.

USDA-FAS. China. Corn Prices Rise Amid Unprecedented Supply and Demand Shocks.7/2/2019.

USDA-FAS. 2019. Mexico: Grain and feed annual. Date 3/12/2019. USDA-FAS. Production, Supply and Distribution (PSD) Online Database. USDA-FAS. World Agricultural Supply and Demand Estimates. August 2019.

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1 Ciclo comercial octubre-septiembre. Estimaciones del USDA correspondientes a octubre de 2019.
2 USDA-FAS. Brazil. Grain and Feed Update. 6/25/2019.
3 USDA-FAS. Argentina. Grain and Feed Annual. 4/25/2019.

4 USDA. World Agricultural Supply and Demand Estimates (WASDE). August 2019.
5 USDA-FAS. China. Corn Prices Rise Amid Unprecedented Supply and Demand Shocks.7/2/2019.

6 USADA-FAS. Argentina. Grain and Feed Update. 7/15/2019.

7 USDA-FAS. Mexico. Grain and Feed Update. 3/12/2019.

8 USDA-FAS. Brazil. Grain and Feed Update. 6/25/2019.

9 Datos de UN Comtrade. 2018.
10 El año agrícola t se compone del ciclo Otoño-Invierno que inicia en octubre del año t-1 y del ciclo Primavera-Verano del año t, que termina en marzo del año t+1 (18 meses).
11 SADER-SIAP. Expectativas agroalimentarias. Septiembre de 2019.
12 El ciclo comercial inicia en octubre y termina en septiembre del año siguiente.
13 USDA-FAS. Grain and Feed Annual. México. 3/12/2019.
14 En la balanza comercial de maíz se consideraron las fracciones arancelarias: 10059003 (Maíz amarillo), 10059004 (Maíz blanco) y 10059099 (Los demás).

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Panorama Agroalimentario del Maíz 2019. FIRA.

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