La mayoría de los cultivos que se siembran durante el mes de enero son aquellos de los cultivos que vamos a tener durante todo el verano.
Es importante conocer la zona en la que vivimos, puesto que, dependiendo de ello, debemos sembrar con semilleros especializados. Si se trata de zonas con mucho frío y continuas heladas, es mejor emplear los semilleros con calefacción o protegidos. Las semillas más sensibles al frío como las de los tomates, calabacines y berenjenas irán en los semilleros con calefacción. En los semilleros protegidos irán aquellas que aguanten mejor las heladas como las de apio, lechugas, escarolas, coliflores de primavera y las coles.
En las zonas más cálidas no es necesario utilizar este tipo de semilleros. Podremos incluso sembrar directamente en el suelo los ajos, las zanahorias, los rábanos y las patatas.
Aunque haya frío y heladas, en enero también se pueden seguir cosechando algunos alimentos como pueden ser: Acelgas, brócolis, coliflores, coles, lechugas, escarolas, rábanos, nabos, puerros, endivias, zanahorias, espinacas, berros y alcachofas.
Podemos plantar tres tipos de cultivos: los de todo el año, los típicos de primavera y los de siembra de otoño e invierno. Entre los primeros nos encontramos con las espinacas, remolachas, perejil y acelgas. Entre los segundos algunos como el pimiento y el tomate. Y en los últimos nos encontramos los guisantes, las habas y las cebollas.