Buen día, buena tarde, o buenas noches según sean los tiempos de la lectura. El tiempo pasa y a nada estamos de dejar atrás el primer trimestre del año. La primavera llega al hemisferio norte y las temperaturas empiezan a tener su efecto en el medio oeste norteamericano, mucho deshielo, mucha lluvia y demasiadas inundaciones, el efecto lógico es que se retrase la siembra de trigo primaveral y de maíz.
Este cuento es el eterno grito de Pedro y el lobo, todos los años platicamos algo en estas líneas, y de una manera u otra llegamos al arranque de mayo argumentando que se pasan los tiempos de siembra, y luego, para cuando todo está dicho y hecho, la siembra se completa y el rumor se apaga.
Lo anterior, no sin antes crear volatilidad y sabiendo que es más fácil primero pegar y después preguntar. En algún momento tendremos que empezar a construir primas climáticas que traten de adelantar el diálogo de catástrofe productiva.
Este año además de todo tenemos un agravante extra que se suma a la inestabilidad que brinda al mercado la tensión comercial entre China y Estados Unidos, y ese agravante es la intención especulativa en el mercado.
Es muy temprano en el año agrícola y los especuladores managed money están vendidos en cantidades récord. Los especuladores han vendido 257,965 contratos en el mercado de maíz que opera en Chicago (CME). Un contrato en Chicago tiene 127 toneladas métricas de maíz, la multiplicación simple te dice que los especuladores apuestan a las bajas con el equivalente a 32.7 millones de toneladas. No es un número menor, especialmente si consideramos que el maíz en EU aún no se siembra.
El pensamiento de sentimiento contrario te hace imaginar que, si de momento algo se mueve, se mueve en contra de la posición dominante. La idea que te trato de transmitir es que, si de una manera u otra los especuladores encuentran motivo antagónico de su apuesta bajista, la primera reacción es comprar para diluir riesgos. No necesariamente, porque se tornen alcistas o el mercado se cambia a ser alcista, simplemente porque están neutralizando el evento de estar más de 32 millones de toneladas equivalentes vendidos. La pregunta es entonces ¿por qué apostar a las bajas?.
En teoría, entre Ucrania, Argentina y Brasil, en breve veremos más de 90 millones de toneladas de maíz disponible para los canales de comercialización, y eso le va a restar poderío al programa exportador norteamericano que, en efecto, a partir del mes de mayo empezará a menguar y eventualmente extinguirse, los cultivos sudamericanos entrarán al torrente de abasto en junio y julio con toda la fuerza y eso definitivamente nos hace suponer que los programas exportadores americanos serán desplazados dejando aún más inventarios finales con los vecinos del norte, y no es la única razón de apuesta bajista, los márgenes en la industria de etanol son patéticos, absolutamente patéticos y eso no es aliciente de mayor consumo.
¿Estamos pues de acuerdo en que la apuesta bajista en maíz no es descabellada y la pregunta es quien seguirá vendiendo maíz ahora? El agricultor no va a vender, se va a meter al campo y normalmente detiene la comercialización cuando se pone a sembrar, además, los precios no le gustan así que prefieren aguantar sentados encima del producto, y no es la única línea, los especuladores ya han vendido, ya están vendidos, están vendidos en cantidades récord y no es fácil asumir que van a vender aún más, el riesgo de vender en estas instancias de precios es alto y la recompensa es poca, el maíz a las bajas parece tener poco recorrido, y a las alzas muchas amenazas, el clima es una amenaza, la guerra comercial es otra amenaza y la incertidumbre actual lógicamente es otra amenaza.
Pero vayamos por partes y digamos que si los chinos y norteamericanos se arreglan en sus diferencias, los chinos podrían estar comprando engrapados de dinero grandes a ser distribuidos en commodities varios, maíz y etanol entre ellos, además, muy probablemente estarían sumando cárnicos, cerdo principalmente, pues el cerdo es de alta necesidad por esas tierras que han sido lastimadas con la fiebre africana. No olvidemos que los cerdos a final de día son costales de maíz y pasta de soya con sabor a tocino, y eso sin duda es una amenaza grande a la posición especulativa actual.
Entramos a la tierra de nadie, no sabemos cuánto maíz se va a sembrar en el medio oeste, hay que descubrir aún ese dato y la primavera no promete de momento un tránsito sencillo. Está lloviendo mucho, la nieve llegó temprano y muchos campos se han quedado sin fertilizar, la cama de hielo que cubre las planicies es aún densa y los suelos están muy saturados, la guerra comercial entre China y EU sigue en el aire y el resultante de ello deja ver que tendremos un alto grado de volatilidad.
Lo más seguro es lo más amarrado y digamos también que ante tanta incertidumbre la higiene de tus márgenes no es directamente proporcional al precio. Es más, digamos que el precio más veces que menos traicionara tus márgenes si es lo único que quieres anticipar, reconoce los tiempos y actúa en consecuencia la moneda está en el aire y la instancia actual de cosas nos hace suponer que la volatilidad esta por incrementar el recorrido de precios.
ANTONIO OCHOA. EL ECONOMISTA.