Introducción: El pronóstico de los precios del maíz, trigo y soya disminuyen. En China la demanda de piensos se recortará debido a la fiebre porcina africana. La demanda de harina de soya de China continúa disminuyendo hasta 2020. Los precios de harina y aceite de soya se estabilizaron. Los precios deazúcar se han mantenido relativamente sin cambios hasta abril. El precio del café arábiga alcanzó niveles bajos no vistos desde 2005. El contrato del mes de mayo se ha negociado por debajo de los USD$90/lb, que está muy por debajo del costo de producción en prácticamente todos los países, excepto Brasil. Es probable que el cambio climático afecte a la agricultura incluso más que a otros sectores, y los pequeños productores de los países en desarrollo serán los más afectados. Estos efectos se reflejarán en cambios en la ventaja comparativa entre las regiones, disminución en la producción agrícola en ciertas regiones como África, Oriente Medio y Asia. Por otro lado incremento de la producción en países como Canadá y la Federación Rusa. También se afectará el flujo comercial bilateral. El comercio puede contribuir a mejorar la seguridad alimentaria. A corto plazo, el comercio puede ofrecer un mecanismo para abordar los déficits de producción provocados por fenómenos meteorológicos extremos. A largo plazo, puede contribuir a ajustar eficientemente la producción agrícola en los distintos países. México ha mostrado una tendencia desfavorable en la evolución de sus variables más importantes en términos de innovación y competitividad. El hecho es que México no ha logrado reducir la brecha existente con respecto otras economías, y un aspecto importante que contribuye a esto, es que se ha avanzado, pero muchos otros países lo han hecho también, y su esfuerzo ha sido tan marcado, que el nuestro se ha visto eclipsado en comparación con otros países. |
El comercio y la producción de los commodities Trigo: Con casi 171 millones de toneladas, la previsión del comercio mundial de trigo se ha recortado en unas 800,000 toneladas desde el mes pasado, debido en gran medida a que las compras de varios países asiáticos y sudamericanos han sido inferiores a lo previsto. En este nivel,el comercio mundial de trigo se reduciría en un 3.3 % con respecto al nivel récord de 2017/18. La previsión inicial de la FAO para la producción mundial de trigo en 2019 se sitúa en 757 millones de toneladas. A este nivel, la producción de este año estaría un 4% por encima del nivel alcanzado en 2018, pero aún por debajo del máximo histórico registrado en 2017. La mayor parte del aumento se debe a los incrementos de producción esperados en Europa donde se estima que la superficie sembrada de trigo aumente en un 3% y, se prevé que la producción aumente en un 11% en 2019. En la Federación de Rusia, se espera que el aumento proyectado de las siembras totales de trigo, junto con las condiciones climáticas favorables, impulse un incremento de la producción de 7 millones de toneladas, con lo que la cosecha a nivel nacional se situará en 79 millones de toneladas. En Alemania se estima un incremento en la producción de 3.9 millones, alcanzando 24.2 millones de toneladas métricas. Con abundantes cosechas en Argentina, Rusia y la UE, a los Estados Unidos les será difícil colocar sus excedentes en la próxima temporada, incluso si la siguiente cosecha de trigo australiano sigue estando muy por debajo del potencial. Los precios de trigo han disminuido un 6% este mes. En Canadá, se prevé que la disminución de las siembras de trigo de invierno se vea compensada con creces por el aumento de la superficie sembrada con la cosecha principal de trigo de primavera. Maíz: El pronóstico del precio del maíz disminuye a USc$360/bu, que equivale al 7%. La caída de precios en otros granos aumenta la perspectiva de producción global de maíz. Se espera que los precios a corto plazo se comercialicen en aproximadamente USc$370/bu. Las bajas expectativas de la demanda y el reporte de stocks de marzo permitieron al USDA analizar que en 2018/19 los EE. UU. llegaron a 300 millones de bushel en el lapso de 2 meses: estos altos inventarios y los precios bajos provoca que la superficie sembrada de maíz podría mantenerse en 91.5 millones de acres. En América del Sur, debido al aumento de la superficie sembrada de maíz y a las buenas condiciones meteorológicas, se prevé que en Argentina su cosecha de maíz sea de 50 millones de toneladas. En Brasil se espera que la cosecha alcance 92 millones de toneladas. En Sudáfrica debido a las persistentes condiciones de sequía, se espera que la producción disminuya hasta los 11 millones de toneladas. Soya: El precio futuro de la soja cayó 3%, USD$8.80/bu, en una perspectiva de demanda de alimentos a la baja. En China, la demanda de piensos disminuirá en 13% en 2019. Mientras tanto, los suministros brasileños de soya se están estabilizando en 116 millones de toneladas métricas, después de presentarse lluvias oportunas. La epidemia de la fiebre porcina africana está ocasionando estragos en la población de cerdos, se proyecta que la producción de carne de cerdo descienda entre un 25% a 35%. A corto plazo, la fiebre porcina africana elevará los precios del cerdo, reduciendo el consumo y forzando el cambio hacia otras fuentes de proteínas de origen animal como las aves de corral y los mariscos. La demanda de harina de soya por parte de China continuará disminuyendo hasta 2020, cuando los ganaderos comenzarán a reconstruir las poblaciones de cerdos; por lo que tomará hasta 2021 para que las importaciones de soya puedan ser similares a 2017. Los precios de soya son altamente especulativos, guiado por las expectativas comerciales de las exportaciones estadounidenses a China. Sin embargo, la demanda de China está en declive y está disminuyendo las importaciones americanas a favor de los suministros descontados sudamericanos (solo demanda 4 de su compromiso de 20 millones de toneladas métricas). Las ventas en Estados Unidos han caído 18% con respecto al año anterior, lo que pone en duda la meta de exportación pronosticada por el USDA de 1,875 millones de bushel. Harina y aceite de soya: Una recuperación de la producción de soya Sudamericana (10% mayor con respecto al año anterior), junto con una moneda más débil (-16% desde inicio del año a la fecha) han ayudado a conducir los precios de la harina de soya por debajo de los de EE.UU. Sin embargo, los precios futuros de la harina de soya han estado por arriba de los USD$300/ton. El precio futuro del aceite de soya no tendrá un desempeño positivo para 2019 a pesar de los impulsores de la demanda como el déficit de la oferta interna de China, el aumento de requisitos de importación de este país y el precio del Brent a la alza (+34% desde inicio del año a la fecha). A pesar de las restricciones a la exportación del aceite de soya, la demanda interna de EE.UU. sigue fuerte, donde USDA señala un incremento en la demanda de biodiesel y alimentos por 250 millones de libras y redujo las reservas de aceite de soya para 2018/2019 (-7% con respecto al año anterior). Se espera que los precios de futuros del aceite de soya se recuperen en 2019, sin embargo, se pronostica que permanecerán por debajo de los USc$30/lb, en 2019. Azúcar: Los precios de azúcar se han mantenido relativamente sin cambios hasta abril, debido a los precios elevados del crudo Brent (hasta un 11% en abril) y al fortalecimiento de los precios de etanol en Brasil (USD$15/lb). Si se supone condiciones climáticas normales para esta época del año, es probable que la paridad de etanol actual disminuya abruptamente de los niveles atípicos actuales, a medida que la cosecha se mueve a pleno apogeo. Sin embargo, la demanda de etanol doméstico sigue siendo mucho más fuerte que hace un año, y esto podría ayudar a mantener los precios a un nivel más alto. La India continuará la exportación de azúcar, incluso a pesar de las disputas en la OMC, lo que probablemente tomará un par de años para resolverse. Por el momento, hay suficientes reservas de azúcar de la India en oferta. Se estima que el efecto del niño permanecerá durante el verano en el hemisferio norte, con un 65% de probabilidad. A pesar de que las expectativas actuales de los cultivos de la India y de Tailandia han ido en aumento recientemente. El Niño puede crear sequía en todo el sudeste asiático, reduciendo la cantidad de azúcar en el 2019/20 y posiblemente también en 2020/21. Café:El precio del café arábiga alcanzó niveles bajos no vistos desde 2005, el cual está por debajo de USc$90/lb, muy por debajo del costo de producción en prácticamente todos los países excepto, Brasil. Esto es en parte debido a las expectativas sobre la próxima cosecha brasileña, combinada con una moneda débil. También está respaldado por volúmenes significativos de café que se acumulan en los países de origen, por ejemplo, en Honduras. Las ventas de café hondureño se han ubicado 16% por debajo del año pasado, a pesar de las expectativas del mercado para un cultivo de tamaño más o menos similar. Por el momento, no parece haber una acumulación de existencias en los países de destino. Las existencias portuarias en los EE.UU. declinaron en marzo. Una de las razones que explica el cambio, es el aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos, lo que hace que los exportadores estén menos interesados en aferrarse con las existencias. A pesar de que hay un cultivo récord robusta en Brasil que se cosecha en el momento, se observa un déficit en las estimaciones para el 2019/20, aunque esto depende de Vietnam. El clima en Vietnam se ve bastante bien, con lluvias tempranas. Por lo tanto, un aumento de los precios de arábiga es casi una condición previa para un aumento de los precios de café robusta. |
El estado de los mercados de productos básicos agrícolas. Dinámica y tendencias del comercio agrícola global Entre 2000 y 2016, el comercio agrícola mundial creció más del triple en términos de valor. En promedio, el comercio de productos agrícolas registró una tasa de crecimiento anual de más del 6%, pasando de 570 000 millones de USD en 2000 a 1.6 billones de USD en 2016. Esta tendencia se ha visto impulsada por el crecimiento económico, el producto interno bruto (PIB) mundial también se ha duplicado desde 2000, el crecimiento demográfico, los avances en el transporte, las tecnologías de la información y la comunicación, y las mejoras en el acceso a los mercados. Desde 2000, el alza de los precios de los productos agrícolas, así como las bruscas subidas de los precios de 2008 y 2011, fueron resultado de cambios estructurales en los mercados agrícolas mundiales. La combinación de una fuerte demanda de alimentos y piensos, la reducción de los coeficientes reservas-utilización y la expansión de la producción de biocombustibles dio lugar a perturbaciones en los mercados y a la volatilidad de los precios. La participación de China en las importaciones mundiales aumentó del 2.3% en 2000 al 8.2% en 2016, ubicándola en el tercer puesto en la clasificación de los primeros 20 importadores, después de EE. UU. y la UE. Por el lado de las exportaciones, la participación de Brasil aumentó del 3.2% en 2000 al 5.7% en 2016. China se convirtió en el cuarto exportador más importante al incrementar su participación respecto del valor total de las exportaciones, que pasó del 3% en 2000 a casi el 4.2% en 2016. Comercio agrícola, seguridad alimentaria y cambio climático: El cambio climático alterará las condiciones para la agricultura. Esto podría dar lugar a cambios en la ventaja comparativa entre las regiones y, en consecuencia, a cambios en el comercio agrícola. Por otro lado, se estima que la producción en las regiones templadas se beneficiará gracias a un clima más cálido y a temporadas de crecimiento de mayor duración. La producción agrícola puede incluso volverse rentable en zonas donde hoy en día esto no sucede, como la producción de cereales en zonas marginales de Finlandia. La subida de los precios de los productos alimenticios a causa del cambio climático también puede debilitar la diversidad de los alimentos consumidos al deteriorar la capacidad de compra de las familias pobres. Se prevé que el cambio climático dará lugar a una disminución de la producción agrícola en partes extensas de África, Oriente Medio y Asia Meridional y Sudoriental. Se estima que esta disminución será más pronunciada en África Occidental y La India, donde la producción podría reducirse en 2.9% y 2.6%, respectivamente, debido a los efectos del cambio climático. Según las previsiones, en regiones de latitudes más altas, las temperaturas más elevadas darán lugar a un incremento de la producción agrícola, por ejemplo, Canadá (2.5%) y en la Federación de Rusa (0.9%). Se estima que en los países importadores netos de alimentos de África Septentrional y África Occidental las importaciones se incrementarán en 2.6% y en 7.7%, respectivamente. Se espera asimismo un aumento de las importaciones en el resto de Asia Meridional (3.6%) y La India (20.4%) con relación al escenario de referencia. El cambio climático afectará a los flujos comerciales bilaterales. Según las previsiones, aumentarán las exportaciones agrícolas de América del Norte a Asia Meridional y Sudoriental y de Europa y Asia Central al Cercano Oriente y África del Norte, África Subsahariana y Asia Sudoriental. Las previsiones indican que las exportaciones de los países de Asia Sudoriental a América del Norte, Europa, Asia Oriental, el Cercano Oriente y África del Norte disminuirán a medida que la región se ajuste a los efectos del cambio climático. Sin embargo, junto con América Latina y el Caribe, Asia Sudoriental incrementará sus exportaciones a África Subsahariana. El cambio climático podría afectar a la economía en general, en particular en los países con sectores agrícolas importantes en los que la producción de cultivos representa una parte significativa del PIB y del empleo total o en países que son grandes exportadores. Se prevé que, respecto del escenario de referencia, aumentarán los precios de los alimentos al consumidor en muchas regiones, como en África Occidental (5.6%), La India (4.6%), el resto de Asia Meridional (1.3%) y el Norte de África (1.2%). Estas variaciones de los precios de los alimentos repercutirán en la capacidad de compra de alimentos. El comercio agrícola y el cambio climático: estudio del margen de acción normativa:La aprobación del Acuerdo de París en diciembre de 2015 supuso un importante paso adelante en los esfuerzos mundiales para afrontar el cambio climático. Éste fue aclamado como un nuevo enfoque ante la cooperación internacional que refleja la evolución de los planteamientos sobre la manera en que los países pueden afrontar colectivamente el cambio climático. Mientras que el Protocolo de Kioto, el acuerdo predecesor sobre el clima con vencimiento previsto a finales de 2020, hacía una distinción estricta de las responsabilidades entre distintos grupos de países en función de las emisiones de GEI de estos en el pasado, el Acuerdo de París se desvía de este planteamiento. Este nuevo acuerdo sobre el clima reconoce que ha cambiado la distribución geográfica de las actividades económicas mundiales y que, para gestionar con eficacia la amenaza del cambio climático en el futuro, es preciso contar con la participación de un conjunto más amplio de países que se responsabilicen de una proporción cada vez mayor de emisiones de GEI. Es probable que el cambio climático afecte a la agricultura incluso más que a otros sectores, y los pequeños productores de los países en desarrollo, estarán entre quienes tendrán que enfrentarse al mayor desafío en ausencia de soluciones eficientes, eficaces, climáticamente inteligentes y favorables al comercio. El principal desafío de políticas de migración en agricultura es el principio de no discriminación: prohíbe la discriminación de productos «similares» en todos los aspectos, pero que difieren únicamente en su huella de carbono, como resultado de distintos métodos de producción y procedimiento. Por ejemplo: si un país donde el precio interno de la carne aumenta como resultado de la adopción de políticas dirigidas a reducir las emisiones en el sector ganadero —debido a los costos adicionales. en que incurren los productores locales para cumplir con esas políticas nuevas— podríaequilibrar la situación incrementando los tipos arancelarios a las importaciones de carne producida mediante métodos que generan un mayor volumen de emisiones. Políticas y medidas de ayuda internas para adaptarse y mitigar el efecto del cambio climático: Numerosas medidas gubernamentales pueden promover la adaptación, la mitigación y la seguridad alimentaria con efectos distorsionadores mínimos sobre el comercio o sin ellos. Estas incluyen: Iniciativas de investigación y desarrollo, extensión, capacitación, asistencia técnica e inversión que, en todos los casos, pueden promover la adopción de prácticas climáticamente inteligentes. Si bien hay tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles y viables desde el punto de vista económico, deben superarse los obstáculos que impiden su adopción. Si se generalizara el uso de prácticas como la agricultura de conservación, se podría incrementar la productividad y promover la adaptación y la mitigación. Es mucho lo que puede hacerse en el marco de las normas y los compromisos del Acuerdo sobre la Agricultura: Por ejemplo, promover la investigación y desarrollo y divulgar las tecnologías transformadoras que están incluidas en el compartimento verde. Adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos: la función de las políticas comerciales. Las políticas comerciales pueden tener un impacto al configurar la función de los mercados internacionales de productos agrícolas a la horade facilitar la adaptación a los efectos del cambio climático. El Acuerdo sobre la Agricultura restringe el uso de medidas comerciales, como las subvenciones a la exportación, los aranceles de importación y las restricciones a la exportación, que limitan la apertura de los mercados agrícolas nacionales y alteran los vínculos entre los precios nacionales y los internacionales. Aunque la apertura de los mercados tenga efectos positivos en la seguridad alimentaria, los productores de las regiones se verán afectados de manera negativa por el cambio climático y enfrentarán una intensa competencia. Las políticas comerciales deberían encontrar un equilibrio entre los objetivos de desarrollo rural, las metas de producción agrícola sostenible y las necesidades en materia de seguridad alimentaria. Unas políticas comerciales sólidas, transparentes y previsibles pueden contribuir a la estabilidad de los mercados internacionales y respaldar los esfuerzos de adaptación al cambio climático. El comercio podría prestar apoyo a los esfuerzos de mitigación y contribuir a reducir las emisiones de GEI generadas en el ámbito agrícola a nivel mundial. La reducción de las emisiones de GEI procedentes de la agricultura exige la aplicación de prácticas de agricultura climáticamente inteligente e inversiones en tecnología, extensión e infraestructura. El comercio puede desempeñar un papel importante en la adaptación al cambio climático. No obstante, si bien se prevé que el aumento de la producción y la expansión del comercio fomentarán la seguridad alimentaria, podrían incrementar las emisiones a nivel mundial. Medidas no arancelarias: reglamentos y normas. La aplicación de normas medioambientales a los productos alimenticios y el uso del eco etiquetado se está implementando en los acuerdos comerciales. Un ejemplo es el etiquetado de carbono que podría ayudar a dar forma a las preferencias de los consumidores, contribuyendo a la transición hacia una economía con bajas emisiones. Algunas empresas privadas como los supermercados están tomando la iniciativa en la elaboración de etiquetas y normas. Los costos adicionales asociados con el etiquetado y las normas podrían ser una carga, en particular para los agricultores pequeños y los pequeños transformadores de alimentos en los países en desarrollo. Sería preciso prestar asistencia para fomentar la capacidad. Es probable que el empleo de normas y etiquetado de carbono, y los requisitos conexos en materia de elaboración, seguimiento y verificación, impongan costos adicionales a los proveedores, lo cual podría situar en desventaja a algunos agricultores y productores en pequeña escala, en los países en desarrollo, especialmente cuando no pueden trasladar estos costos al consumidor. Los miembros de la OMC confían en las competencias científicas y técnicas de tres órganos internacionales dedicados a la elaboración de normas con objeto de establecer las medidas sanitarias y fitosanitarias de interés para el comercio internacional: a) la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), en lo que respecta a la sanidad animal; la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), en lo que respecta a la sanidad vegetal; la Comisión FAO/OMS del Codex Alimentarius (Codex), en lo que respecta a las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos. |
Lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ¿Qué políticas para el comercio y los mercados?: Las políticas comerciales son esenciales para transformar los sistemas alimentarios. El comercio puede contribuir a mejorar la salud y la nutrición diversificando el suministro de alimentos saludables y bajando los precios de los alimentos. El sistema alimentario puede volverse más productivo y eficiente, ya que el comercio puede desplazar los alimentosde regiones de bajos costos de producción y un amplio suministro a áreas de altos costos de producción y un suministro insuficiente para satisfacer la demanda. Las políticas de ayuda interna pueden tener un amplio impacto en los sistemas alimentarios, el comercio y la nutrición. Las políticas de subvención de insumos también deben evaluarse por su eficiencia y equidad y, si están utilizando recursos que deberían dirigirse a inversiones más impactantes para abordar la seguridad alimentaria. Las políticas de subsidios de entrada son medios muy visibles para que los gobiernos demuestren apoyo a sus constituyentes (agricultores y productores) y podrían potencialmente reducir la dependencia de los mercados mundiales. Dado que la producción agrícola y los cambios en el uso de la tierra vinculados a la agricultura tienen repercusiones significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero, las políticas exigirán que los cambios estén en consonancia con los compromisos contraídos en París con arreglo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) por la Conferencia de las Partes en 2015 (COP21). Los gobiernos tendrán que aplicar nuevas políticas y compromisos presupuestarios para apoyar las prácticas de adaptación y mitigación de los agricultores. Para complementar las políticas comerciales, los gobiernos deben promover políticas e inversiones internas que ayuden a transformar el sistema alimentario para hacer frente al hambre y la desnutrición, especialmente para las poblaciones vulnerables que a menudo no cosechan los beneficios del libre comercio.Las poblaciones pobres y vulnerables pueden apoyarse mediante inversiones bien focalizadas y redes de seguridad productivas destinadas a permitir que los hogares resistan los shocks, creen activos y se conviertan en autosuficientes en materia alimentaria. Los principales desafíos medioambientales relacionados con la agricultura y la alimentación son: La salud del suelo: 10 millones has abandonadas/año debido a la erosión del suelo y la pérdida de productividad. 5 mil millones ton de tierra erosionadas por labranza cada año. Disminución de la capacidad del suelo para retener los nutrientes, retener la humedad, y mantener un pH saludable. Las emisiones de gases de efecto invernadero: Las emisiones de GEI de la agricultura, la silvicultura y la pesca se duplicaron en los últimos 50 años debido al manejo de cultivos y suelos, la fermentación entérica y al manejo del estiércol.La conversión de tierras: 37% de la superficie terrestre del planeta es dedicada para el cultivo de alimentos. La agricultura es la responsable del 80% de la deforestación tropical en el periodo de 2000 a 2010 en el mundo. La pérdida de biodiversidad: Alrededor de las tres cuartas partes de la diversidad genética en los cultivos agrícolas se ha perdido durante el siglo pasado, y esta erosión genética continúa. El uso del agua y la contaminación: La agricultura utiliza el 70% de agua dulce. Para el 2030 se espera un aumento del 14% del uso del agua para riego en los países en desarrollo. La contaminación y la eutrofización de las aguas superficiales y el deterioro de mantos acuíferos subterráneos se da por un exceso de nutrientes y pesticidas químicos.La huella material: Aproximadamente 30% de los alimentos que se producen en campo no llegan a manos del consumidor final porque se desperdician. Los envases de alimentos y bebidas representan más de la mitad de todos los envases que se llegan a utilizar. Políticas para el comercio y los mercados Prioridad 1: mejorar las condiciones económicas de los pequeños agricultores, especialmente los centros mundiales de origen/diversidad. Se identifica el papel crucial de los agricultores de pequeña escala, especialmente en los centros de origen y diversidad, en el mantenimiento de la diversidad genética y de los agricultores que contribuyen tanto a la seguridad alimentaria como a la mejora de la calidad nutricional. Prioridad 2: facilitar y maximizar el acceso y la circulación de los recursos fitogenéticos, los intercambios de conocimientos, innovaciones y prácticas pertinentes, y las tecnologías pertinentes. Establecer alianzas equitativas entre productores y ganaderos con el sector formal de las ciencias vegetales. Prioridad 3: ampliar los esfuerzos internacionales actuales en materia de diversidad genética para mantener la diversidad zoo genética del ganado. No hay normas internacionales que aborden la pérdida de la diversidad genética animal. Los miembros del G20 en conjunto o separados deberían considerar cómo abordar el problema de la pérdida de los recursos zoo genéticos mediante la cooperación internacional. |
5. México en los indicadores globales relacionados con la competitividad y la innovación México ha mostrado una tendencia desfavorable en la evolución de sus indicadores relacionados con la competitividad y la innovación. No ha logrado reducir la brecha existente con respecto otros países. El Índice de Innovación Global (GII) refleja, por una parte, la importancia fundamental que reviste la innovación como motor del crecimiento económico y la prosperidad, y por la otra, la necesidad de adoptar una perspectiva horizontal amplia de la innovación, que pueda aplicarse tanto a las economías desarrolladas como a las incipientes, y que incluya indicadores más detallados que los que miden tradicionalmente la innovación. A nivel mundial, México se ubica en el lugar 56. En Latinoamérica, nuestro país se ubica en el tercer puesto después de Chile (47) y Costa Rica (54), sin embargo se tiene rezago en formación académica e institucional. El Índice Global de Emprendimiento (GEI) define el emprendimiento a nivel país como la interacción dinámica, y embebida en las instituciones, entre las actitudes, las habilidades y las aspiraciones hacia el emprendimiento de los individuos, las cuales impulsan la asignación de los recursos a través de la creación y operación de nuevos emprendimientos. México ha caído desde 2013 y se recuperó en 2017. No obstante, de 2014 a 2017 retrocedió 14 posiciones. El Índice Global de Competitividad (IGC) se refiere a las economías con las empresas y las estructuras económicas, políticas y sociales, más eficientes en la gestión de la totalidad de sus recursos en la búsqueda de prosperidad, procurando una creación sostenible de valor. México perdió 13 posiciones de 2013 a 2016. Eficiencia del gobierno y la eficiencia empresarial son los dos factores con las peores caídas. |
6. Reflexiones finales Los precios de trigo, maíz y soya disminuyeron en el mes de abril (6%, 7% y 3% respectivamente), así como el café que alcanzó niveles bajos no vistos desde 2005. La demanda de harina de soya de China continuará disminuyendo hasta 2020, cuando los ganaderos comiencen a repoblar a los cerdos. Es probable que el cambio climático afecte a la agricultura incluso más que a otros sectores, Los agricultores tendrán que enfrentarse al mayor desafío en ausencia de soluciones eficientes, eficaces, climáticamente inteligentes y favorables al comercio. Los principales desafíos medioambientales relacionados con la agricultura y la alimentación son: la salud del suelo, las emisiones de gases de efecto invernadero, la conversión de tierras, la pérdida de biodiversidad, el uso del agua y la contaminación, y la huella ambiental. México ha mostrado una tendencia poco favorable en sus indicadores de innovación y competitividad; no ha logrado reducir la brecha existente con respecto otras economías. Entre los 126 países analizados para medir el índice global de innovación, México avanzó dos lugares para llegar a la posición 56, aunque regionalmente está detrás de Chile (47) y de Costa Rica (54). |
7. Bibliografía: ü CONACYT, 2018. México en los indicadores globales relacionados con la competitividad y la innovación. Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C.ü Dutta, S., Lanvin B, Wunsch-Vincent, S., 2018. Global Innovation Index 2018. Energizing the World with Innovation. 11th edition. Cornell University. Ithaca. ü FAO, 2018. El estado de los mercados de productos básicos agrícolas. El comercio agrícola, el cambio climático y la seguridad alimentaria. Roma.ü FAO, Marzo 2019. Perspectivas de cosecha y situación alimentaria, Boletín.ü ICTSD. July 2018. Achieving sustainable development goal 2: Which policies for trade and markets? Geneva. International Centre for Trade and Sustainable Development (ICTSD). ü Rabobank. April 2019. Agri Commodity Markets Research. |