HACE MUCHO le daba cuenta de la alerta que hay en el rubro porcícola por el riesgo que existe de que nuestro país se vea afectado por la Peste Porcina Africana (PPA).
La Confederación de Porcicultores Mexicanos que preside José Luis Caram trabaja en varias pistas para tratar de que México no baje la guardia en las medidas preventivas fitosanitarias.
El problema es que la fuerte austeridad que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a todos los niveles, también ha limitado los alcances de SENASICA de Francisco Javier Trujillo en lo que son sus brazos de inspección.
El impacto para México por una pierna de cerdo contaminada puede ser demoledor, dado el daño que podría ocasionarse a 32 mil unidades productivas que hay en el país y que generan 2.5 millones de empleos.
Pero la austeridad también ha comenzado a afectar otros programas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) que comanda Víctor Villalobos, en lo que es el riego o por ejemplo agricultura protegida.
En SENASICA las solicitudes de certificados de origen que requieren los productores se han comenzado a retrasar, lo que hace unos meses resultaba imposible.
El efecto de la austeridad ya ha comenzado a lastimar sobre todo a medianos y grandes agricultores, puesto que el gobierno ha enfatizado la ayuda a los pequeños, dada la deuda social que se tiene con ellos.
Si a esto se suma el recorte al gasto en ECONOMÍA a cargo de Graciela Márquez, se tiene la peor combinación para el sector primario.
Ya ha trascendido por ahí la falta de representatividad del gobierno en algunas reuniones en Washington para tratar de mejorar el estatus exportador de nuestro tomate, producto que significa más de 2 mil mdd anuales.
ECONOMÍA no ha participado tampoco en varias reuniones internacionales de comercio como en la OMC. Están en puerta las negociaciones de los acuerdos con Argentina y Brasil donde también se advierten riesgos por la misma “austeridad”.
Tanto en SADER como en ECONOMÍA habría la mejor voluntad de abarcar más ámbitos de acción, pero los ajustes al gasto provienen a raja tabla de la SHCP que comanda Carlos Urzúa.
Nadie tampoco desea que el gobierno federal se desboque en su gasto, pero el problema es que los recortes ya lastiman la perspectiva de corto y mediano plazo del campo.
El asunto llegó desde distintos frentes al Consejo Nacional Agropecuario (CNA) que preside Bosco de la Vega y de ahí a Presidencia a través de la oficina de Alfonso Romo.
Hay la intención de tomar medidas para que el sector primario que ha generado buenos resultados para la economía, no se vea afectado también por la austeridad. Habrá que ver si las acciones de De la Vega con Romo cristalizan en contrarrestar la fuerza demoledora de las apreturas que por lo pronto generan alarma.
En el propio gobierno hay diferencias con respecto a los alcances de esa situación que se da en el contexto de una actividad económica en declive.
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CONFORME A LO programado el martes comenzó la evaluación de una nueva fórmula para fijar el precio de la caña de azúcar del 2020. La meta es mejorarlo y avanzar con ello en una solución de fondo para esa industria. Obviamente hay que fortalecer el mercado interno y así poder reducir las exportaciones a precios castigados. La reunión con todos los integrantes de la cadena se dio en el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (CONADESUCA) que lleva Luis Ramiro García. La intención es incorporar al etanol y a la azúcar líquida a la fórmula. Por lo que se sabe todavía no hay definiciones, y la siguiente reunión para dar seguimiento sería en un par de semanas. La industria vía la (CNIAA) que preside Juan Cortina, así como SADER de Víctor Villalobos, se mostrarían a favor junto con los cañeros. Quizá sea sólo cuestión de tiempo.
ALBERTO AGUILAR.