El virus de la fruta rugosa del tomate, que no afecta a la salud de los humanos, puede causar una pérdida severa de los cultivos de los tomates y chiles.
En un comunicado, la CBP anunció que las inspecciones se iniciarán a raíz de una orden emitida la semana pasada por el Servicio de Inspección Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura.
Esa norma impuso restricciones a las importaciones de lotes de semillas, así como a los tomates y chiles (también conocidos como pimentones o pimientos) importados desde México, Canadá, Israel y los Países Bajos.
“Enfermedades como esta, así como otras especies invasoras podrían devastar la economía de nuestro país y amenazar la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos”, señaló el director ejecutivo del programa de agricultura y enlace comercial de la CBP, Kevin Harriger.
El virus de la fruta rugosa del tomate, que no afecta a la salud de los humanos, puede causar una pérdida severa de los cultivos de los tomates y chiles.
“Se propaga fácilmente a través del uso de herramientas, manos y del contacto planta a planta contaminados”, explicó el comunicado de la CBP.
Ese virus fue reportado por primera vez en 2014 en tomates en Israel y desde entonces se ha informado de su aparición en China, México, Alemania -de donde fue erradicada-, Italia, Grecia, Gran Bretaña, Jordania, Turquía y los Países Bajos.
En 2018, según la información de la CBP, el virus fue detectado y erradicado de un invernadero de tomates en California.