En la gran mayoría de los países del mundo, el sector agropecuario y la producción de alimentos son apoyados por sus Gobiernos por varias razones, una de ellas es que las actividades agropecuarias están sujetas a riesgos no presentes en otras actividades productivas, que demandan un tratamiento diferente, como son, riesgos climatológicos, de plagas y enfermedades y de una elevada volatilidad de sus precios; En diferentes naciones se generan programas y acciones vinculadas al aseguramiento de niveles mínimos de abasto de alimentos para su población, para muchos incluso representa un tema de prioridad y seguridad nacional.
Los apoyos, subsidios, subvenciones , incentivos o como se denominen en los diferentes países, cuentan con un común denominador en cuanto a su orientación, son apoyos cuyo propósito es dar certidumbre a los productores y a la producción de alimentos, se enfocan a bienes que para cada nación son definidos como básicos y estratégicos, de ahí se derivan programas que establecen precios piso o precios mínimos de garantía para la producción; apoyos mediante programas para la administración de riesgos que subsanan las posibles perdidas que puedan registrarse por efectos del clima, plagas , enfermedades, e incluso de caídas de mercados, también existen herramientas que se enfocan a compras gubernamentales de productos básicos a los agricultores cuya función es apoyar la comercialización de sus productos y a su vez ofrecen productos de manera gratuita o altamente subsidiada a la población más necesitada.
Existen también apoyos que se orientan a la conservación y a lograr mayor eficiencia en el uso de los recursos naturales y del medio ambiente, a desarrollar una producción más sustentable.
Nos encontramos con mecanismos financieros especiales para fomentar la producción y detonar el desarrollo del sector agroalimentario, mediante el otorgamiento de tasas preferenciales que ofrecen mayor viabilidad a los proyectos productivos.
Fundamentales los apoyos a bienes públicos, que se enfocan a sistemas de investigación, innovación, de capacitación, de promoción, se enfocan al desarrollo de infraestructura, de sistemas de sanidad e inocuidad, de educación, entre otros.
Existe un gran reto que tenemos a nivel mundial, debemos elevar la producción de alimentos, debemos de garantizar su abasto, para ello es necesario establecer políticas públicas con una visión de mediano y largo plazo, establecer programas de apoyo cuyo enfoque debe ser elevar la productividad, eficientar el uso de los recursos naturales, una política pública que sea incluyente , que atienda las diferentes necesidades que se tienen entre pequeños, medianos y grandes productores, todos son importantes.
Sin productores no hay alimentos, sin apoyos difícilmente se podrá competir con productores que si reciben apoyos de sus Gobiernos.
La producción de alimentos debe ser un tema de prioridad, un tema de seguridad nacional, lo más importante es garantizar los suficientes alimentos, sanos y nutritivos para toda la población.
Ing. Luis Fernando Haro Encinas
Director General del Consejo Nacional Agropecuario.
