Si se te antoja el pre iniciador de tus lactantes como para ir a la cocina por un plato y comértelo con leche o con fruta, seguramente a tus animales también.
Buscar ahorros es parte esencial de ser eficientes, pero cuando son mal aplicados o mal entendidos pueden llegar a ser fatales para el resultado de la producción.
Los errores y lo barato siempre terminan costando más, sobre todo si lo seguimos repitiendo. No le compres al primero que pase por la calle pero tampoco evites evaluar los mejores alimentos, ingredientes o mezclas profesionalmente balanceadas.
Por algo están en el mercado y si hoy no son para ti, no quiere decir que no puedan ser para otro productor más especializado y para el nivel de su productividad.
Si un alimento cuesta $6 pesos por ejemplo y la conversión final fue de 4 a 1, entonces el costo del alimento por kilo incrementado en la fase de desarrollo y engorda resultó en $24 pesos kg. ¿A cuanto vendes? Pero si la conversión fue 7 a 1 o más: 7x$6=$42, algo no está bien y por eso tal ves no te alcanza cuando se trata de ajustarse a los movimientos del mercado.
Lo peor de esto es que en la mayoría de los casos el problema no es el alimento, sino la calidad genética de tus animales y eventualmente, te darás cuenta que todo recae en malas decisiones y malos manejos.
Hagamos una pequeña prueba: —¿Conoces el costo por ciclo de tus borregas o costo por parto por borrega? —El costo por ciclo de producción no es lo mismo que un costo anual—. —¿Conoces tu costo por cordero individual? —¿Sabes cual es el costo y gasto de venta integral por kilo (desde la madre, sementales, mano de obra, costos financieros, impuestos, etc)? ¿Sabes cuáles son los gastos de tu granja o cómo se diferencian de los costos de producción? Si te puedes contestar esto a ti mismo, sabrás entonces cuanto es tu rentabilidad por kilo y por cabeza.
Si no, en realidad no sabes cómo y hasta donde puedes ajustar el precio de venta para seguir siendo rentable pero sin dejar de ser competitivo. —50% de la eficiencia del costo no está en el cordero, sino en la calidad materna de la madre (fertilidad, prolificidad, gastos operativos y costo de alimentación).
Nosotros le ponemos más atención al cuidado de la madre pre y pos parto, genética de los sementales y a la calidad del alimento, que al propio cordero porque al final, todo lo anterior se refleja en el producto final y no al revés. —No es igual dividir tu egreso integral entre 1 cordero al año por borrega, a dividirlo entre 3 o 4.
El costo por kilo incrementado en la mayoría de los casos tiene más que ver con la genética de tus animales que el alimento en sí, aunque al final, todos los factores serán parte del resultado y de tu ganancia. ¿Te dedicas profesionalmente a la ovinocultura o tienes unas borreguitas por ahí en el rancho? Los tiempos están cambiando y si no hacemos las cosas con presión y análisis, será poco probable que seas competitivo en el corto y mediano plazo.