CIUDAD DE MÉXICO. La riqueza de la gastronomía mexicana radica en la amplia variedad de platillos que a lo largo de su historia se han desarrollado a partir de ciertos productos vegetales y de origen animal, entre ellos uno de los más importantes es el queso.
¿Quién no disfruta de deshebrar el queso Oaxaca, probar unas quesadillas recién hechas, un chile relleno de queso, espolvorear los tacos dorados o las enchiladas con queso rallado fresco? Tanto es el gusto por este alimento que se ha dedicado un día para celebrarlo en todo el mundo, siendo el 27 de marzo la fecha en la que anualmente se conmemora el Día Internacional del Queso.
Se cree que el queso apareció alrededor del año 8.000 A.C. a medida que el hombre prehistórico se hizo ganadero y descubrió que la leche era conservable únicamente si se sometía a un proceso de coagulación. El queso es un producto elaborado de la cuajada de leche estandarizada y pasteurizada de vaca o de otras especies animales.
En el mundo existen más de dos mil variedades de queso, de las cuales hasta cuarenta son elaboradas en el país y 4 son de elaboración totalmente mexicana: Cotija, Chihuahua, Manchego y el queso de hebra, también conocido como “Queso Oaxaca”, este último galardonado con el bronce en los World Cheese Awards 2019, que premia a los mejores y más deliciosos quesos.
En México la producción de quesos se realiza en las entidades lecheras de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Chiapas. Los quesos mayormente producidos son el fresco (79.2 tons), doble crema (67.5) y panela (48.9 tons), sumando una total producción quesera del país que se estima cercana a las 250 mil toneladas al año, con un valor en el mercado superior a los 21 mil millones de pesos.
“La calidad, inocuidad, sabor y valor nutrimental del queso están muy relacionados con el proceso de elaboración y origen de la leche, por ello para garantizarlos es necesario tomar en cuenta la aplicación de medidas adecuadas de higiene, así como del cuidado integral de la salud y bienestar de los bovinos productores de leche”2, expresó Vicente Guerrero, director de la Unidad de Ganadería de MSD Salud Animal en México.
Los productos lácteos como el queso son alimentos de elevada densidad nutricional que aportan proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono -fundamentalmente en forma de lactosa-, además de grasas, vitaminas y minerales como el calcio, magnesio, fósforo y zinc.3
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO (por sus siglas en inglés), se espera que en los próximos 10 años el consumo mundial de productos lácteos procesados se incrementará 1.0% anual, principalmente al aumento en el consumo del queso.4
En el Día Internacional del Queso, MSD Salud Animal en México te comparte datos que quizá no conocías de este exquisito alimento:
México ocupa el décimo lugar en el mundo en la producción de queso y el octavo en el consumo de este.4
Una cuarta parte de la leche en el mundo se utiliza para la producción de queso.4
La primera fábrica de quesos se inauguró en Suiza en 1815. Antes el queso solo se elaboraba en casa, a fin de evitar que el excedente de leche se desperdiciara.
Estados Unidos es el mayor productor de queso, según la FAO produce 4,300 millones de toneladas al año, seguido de Alemania que supera los 1,900 millones de toneladas.
El queso más caro del mundo es el “pule” de Croacia, con un precio de 1,000 euros por kilogramo. Este se elabora con la leche de una raza autóctona de burras de la que sólo quedan aproximadamente 100 ejemplares.
El mayor número de quesos fabricados en el mundo son con leche de vaca, seguido de los quesos de leche de oveja y de cabra. Incluso se puede hacer queso con leche de Alce.
Fuente: inforural.com