El cambio climático está provocando severos daños en la producción de miel en Othón P. Blanco, pues se está llegando a la primera mitad del presente año y sólo se espera que en junio la floración del tzalán sea de beneficio para obtener el dulce de calidad.
Patricia Gómez, representante de los apicultores de la ribera del Río Hondo, dijo que se esperan con ansia las primeras precipitaciones pluviales, ya que desde hace dos años que no se está logrando la cosecha al cien por ciento por los cambios bruscos de temperatura.
Derivado de esto existe una baja producción de miel que se está obteniendo en la zona sur por la falta de adecuada floración por la escasa o casi nula lluvia, ya que se han desfasado las fechas de las lluvias, debido al cambio climático.
Además de los cambios climáticos la mano del hombre se ha encargado de destruir miles de árboles florales, tumbando monte para extender los cultivos de caña y provocando quemas que se salen de control y consumen cientos de hectáreas de árboles.
Dijo que anteriormente entrando al mes de Mayo se tenían las primeras lluvias de manera casi segura, lo que no ha pasado en los últimos dos años.
“En unas partes llueve demasiado y en otras no y esto desde luego que está afectando a los árboles que producen flores, como bien se pudo registrar desde principio del presente años a donde la cosecha del dulce ha sido mínima”, sostuvieron.
Aseguraron que de seguir la actual, situación aunado con la tala inmoderada de árboles y el daño a la naturaleza, la producción de miel va tener que bajar mucho más y va llegar el día que los apicultores tengan que dejar la actividad, porque ya no va ser redituable.
Calificó de preocupante la situación de la apicultura,
“aunque otros digan todo lo contrario, se están engañando porque desde hace dos años que la producción bajo de golpe y las metas no se pueden lograr precisamente porque la cosecha es mínima, por eso es muy importante que el gobierno implemente alternativas para su solución”.
Atribuyo esto al cambio climático “sí está afectando desde ahora nada más que muchos no se dan cuenta de ésta realidad que se está viviendo ya que la floración ya no es como de antes, pues ahora se está esperando que el tzalán beneficie a las abejas y se pueda obtener una considerable producción, pero si no se logra lo previsto entonces hay que tomar con mucha seriedad estos afectos que se están dejando sentir desde ahora”, subrayó.
Dijo que hace dos años, se tuvo una producción de más de 50 toneladas en la zona y este 2020 no se ha cosechado más que algunos cientos de kilos, que se venden para poder comprar alimento para las abejas.
Fuente: Inforural.com