Con el cierre temporal de diversas áreas de la industria automotriz, debido a la pandemia del coronavirus en comunidades de la Región Sureste, desde Saltillo a General Cepeda y hasta Parras, jóvenes campesinos que laboraban en las fábricas ahora están desempleados, dice José de Jesús García.
Asegura que antes de que empezara la enfermedad, a las comunidades rurales entraban los camiones de las empresas para trasladar a los trabajadores a las fábricas, ahora envían solo unidades cortas y de poco personal.
Los salarios más bajos que percibían en las empresas motrices eran de entre los cuatro mil a siete mil pesos, dependiendo el área, explicó el campesino, más aparte prestaciones y tener derecho al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Una situación similar es la que se vive en Notillas y en ejidos de Saltillo, desde Derramadero hasta General Cepeda, ya los jóvenes están en casa pero desconocen cuando volverán, otros tienen la esperanza, sin embargo hay quienes luego de tres meses de inactividad, están de nuevo pensando en volver a los jornales y atender la tierra.
José, está consciente que no son los mismos ingresos que hay en las empresas, pero hay la oportunidad de que de nuevo se apliquen al campo para darle vida.
Quienes se fueron a la ciudad, luego de acomodarse en las empresas, también están retornando con sus padres.
Fuente: Inforural.com