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os efectos de la pandemia de Covid-19 han sido devastadores
en el campo, provocando una demanda baja y pérdida de miles de empleos, indicó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el cual prevé que los daños seguirán durante lo que resta del año y se prolongarán todo 2021.
En el contexto macroeconómico se hablaba hace 100 días de que el impacto en la economía sería grande; sin embargo, hoy podemos decir que los efectos son devastadores y todavía inciertos en alcances y duración
, subrayó el grupo especializado en el sector agrícola.
Uno de los puntos preocupantes, dijo, a pesar de que el sector agroalimentario es uno de los sectores estratégicos y de los más resistentes a las turbulencias económicas, es el incremento en la tasa de desempleo.
El organismo explicó que la desaceleración económica proyectada por el Banco de México sitúa una contracción del PIB de entre 8.3 y 8.8 por ciento en 2020, con una recuperación de entre 0.5 y 4.1 por ciento para el siguiente. Lo cual, expresó, no es para echar fanfarrias, ya que en valores absolutos no llegaremos al valor de 2019
.
Indicó que lo antes descrito es una mala señal para el sector agroalimentario, que tendrá una menor demanda interna durante lo que queda del año y todo 2021.
El primer problema para el campo, detalló, vendrá de la falta de ingreso por los consumidores. El segundo será por un cambio en los hábitos de consumo en aquellos que no perdieron su poder adquisitivo, lo que puede reconfigurar los canales de distribución y de consumo de los alimentos en México.
El organismo aseveró que, en el país, en hoteles, restaurantes y cafeterías se consumen 30 por ciento de frescos y una proporción similar de proteína animal.
En una encuesta que realizó el GCMA se observa que 50 por ciento de personas señalaron que consumían al menos de una a tres veces por semana fuera de casa en dichos establecimientos, pero dada la situación sanitaria es poco probable que continúen con dicho hábito.
Ante este escenario, apuntó el organismo, las cadenas de autoservicio ganarán preponderancia en la distribución de alimentos entre los consumidores.
No obstante, agregó, la buena noticia para los productores es que ahora el consumidor está dispuesto a adquirir un volumen mayor de frescos, mantener relativamente estable el consumo de congelados y bajar el consumo de procesados.
El Covid-19 vino a transformar de manera radical la forma en que los consumidores demandarán sus alimentos. Por un lado, vemos una recomposición de la demanda por la caída del ingreso en los hogares. Por otro, cambio de hábito hacia alimentos más saludables, que mejoren el sistema inmune
, añadió.
fuente: inforural.com