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El Proyecto Nacional de Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura busca impulsar la producción y aprovechamiento sostenible de estos materiales vegetativos para fortalecer la seguridad alimentaria en el país, con el aprovechamiento de especies nativas como el maíz, frijol, chile, nopal, calabaza, amaranto, cacao, vainilla, cuetlaxóchitl (noche buena), cempaxóchitl (cempasúchil o flor de muerto) entre más de 60 plantas nativas que México generosamente ha aportado al mundo y que hoy son la base de la alimentación y agricultura de muchos pueblos.
Y que en caso de México, estas 10 especies nativas seleccionadas en este primer año 2020, representan más del 25 por ciento de la superficie cultivada del país y considerada dentro de la frontera agrícola nacional.
Este proyecto nacional contribuye a promover el consumo de plantas nativas de México como un referente de alimento saludable y nutricional para el mundo y de igual manera es una contribución del sector agroalimentario nacional a la recuperación de la memoria histórica y conocimiento en cuanto a cultivos nativos: Agricultura.
El SNICS informó que este año el abasto de semillas de frijol mejorado incrementará su uso en seis por ciento, con la contribución del INIFAP, y se prevé que en los próximos años aumente paulatinamente la disponibilidad de semillas certificadas en el país.
Este año, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, opera el Proyecto Nacional de Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura, que promueve el desarrollo territorial de las comunidades rurales en donde encontramos pueblos originarios y quienes realizan una gran labor de colectas, conservación y uso sostenible y productivo de más de 60 especies de las que nuestro país es centro de origen.
La iniciativa, puesta en marcha por el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, representa una oportunidad para impulsar el sistema de producción tradicional “milpa”, así como la reconversión y diversificación productiva, que en su conjunto fortalecerán la seguridad alimentaria en el país, con el aprovechamiento sostenible de estos recursos genéticos de especies como el maíz, frijol, chile, nopal, calabaza, amaranto, cacao, vainilla, cuetlaxóchitl (noche buena), cempaxóchitl (cempasúchil o flor de muerto) entre muchas otras más que México ha aportado para la seguridad alimentaria del mundo, destacaron directivos de la dependencia federal.
Durante la conferencia de prensa de Programas de Bienestar, se informó que entre los objetivos a desarrollar destacan la generación de políticas públicas en relación con la conservación, mejoramiento, producción y consumo de plantas nativas, mediante cinco acciones: (a) uso de semillas y material vegetativo de calidad; (b) prácticas agroecológicas que permitan la adaptación de los cultivos al cambio climático; (c) acompañamiento y redes de innovación; (d) vinculación a mercados tanto digitales como ligados a centros de consumo locales; (e) seguridad nutricional y biofortificación en algunos casos pertinentes.
Además, recuperar y trasladar a las futuras generaciones, el conocimiento histórico de estas especies, así como propiciar el mejoramiento vegetativo para la innovación a partir de estas plantas nativas que permitan lograr la producción de alimentos sanos con mayor aportación nutricional y mayor reconocimiento económico para las familias productoras que hacen esta gran labor de conservación y de aprovechamiento sostenible. Y para contribuir a esta labor, Agricultura recientemente creó el Comité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (RGAA).
En el salón Tesorería de Palacio Nacional, el director general de Fomento a la Agricultura de la Subsecretaría de Agricultura, Santiago Argüello Campos, señaló que este proyecto nacional contribuye a la seguridad alimentaria del país con la producción de alimentos a partir de plantas nativas, y que han sido parte de la alimentación ancestral del pueblo de México, y que a su vez son parte del paisaje necesario para el desarrollo territorial de las comunidades rurales, a través del uso sostenible de más de 60 especies nativas cultivadas muchas de ellas bajo el sistema de producción “milpa” tradicional.
Asimismo, dijo, se promueve el consumo de plantas nativas de México como un referente de alimento saludable y nutricional para el mundo, a través de un trabajo interinstitucional con las redes de innovación, el aprovechamiento de la biodiversidad y la vinculación de productores de escala menor a los mercados locales, electrónicos y de comercio directo entre productores y consumidores.
Puntualizó que entre las plantas nativas destacan el frijol, maíz, chile, nopal, amaranto, cacao, vainilla; cuetlaxóchitl (flor de nochebuena) y cempasúchil, y que acorde a los registros estimados de domesticación algunas datan de hace más de 10 mil años como es el caso del maíz, otras como el chile y nopal con más de ocho mil años; frijol, siete mil 500 años, y amaranto, cuatro mil años.
Destacó que las acciones coordinadas de manera interinstitucional y de la mano con el sector productivo y de una manera incluyente, permitirán generar el material vegetativo de calidad que el campo de México necesita y siempre respetando la cultura, los usos y costumbres de los pueblos originarios y la herencia de los cultivos, a fin de fortalecer también el auto consumo y la venta de excedentes para mejorar los ingresos familiares de quienes nos dan de comer.
El titular del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), Leobigildo Córdova Téllez, indicó que en los bienes y servicios públicos para el rescate del campo y autosuficiencia y seguridad alimentaria el organismo desconcentrado de Agricultura tiene como función registrar las nuevas variedades y asegurar la multiplicación de semilla bajo normas de calidad.
Subrayó que el año pasado el crecimiento del uso de semillas mejoradas fue del dos por ciento, y este año las acciones para el abasto de semillas de frijol mejorado se prevé incrementará seis por ciento, con la contribución del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y se estima que en los próximos años aumente paulatinamente el uso de semillas certificadas en el país.
Precisó también que las estrategias a implementar en el manejo de semillas mejoradas prevén recuperar la calidad genética de variedades que siembran los agricultores y son aceptadas como alientos sanos por los consumidores; evaluar, validar y transferir variedades mejoradas, con potencial en el mercado, y promover la innovación de nuevo material vegetativo acorde a las necesidades del consumidor final y a los nuevos escenarios de cambio climático.
Destacó que entre los beneficios a los productores están el contar con sistemas locales de conservación y producción de semillas nativas de manera sustentable y productiva como bienes colectivos; operar programas de abasto de semilla para que el agricultor tenga a su disposición la mejor semilla para siembra, contribuir de manera significativa a la autosuficiencia alimentaria y mejorar el nivel de nutrición y de bienestar de las familias mexicanas.
Fuente: Inforural.com