Matamoros, Tamaulipas-.
La complicidad, tolerancia o negligencia de la CONAGUA durante los últimos 25 años hacia los productores de Chihuahua, a quienes permite el «huachicoleo» abierto o por concesiones ilegales de casi 500 millones de metros cúbicos anuales, así como la retención en la presa «La Boquilla», tiene al borde del colapso económico y ecológico a la Cuenca Baja del Río Bravo, 202 mil hectáreas del distrito 025 Bajo Río Bravo, de 16 mil usuarios y de cuya operación dependen 60 mil familias de Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo y Reynosa, en Tamaulipas.
Usuarios del Distrito 025 del norte de Tamaulipas, revelan que el problema de fondo del «Conflicto del Agua 2020 en Chihuahua», no es de éste año, sino tiene su origen desde 1995 cuando de manera ilegal se abrieron concesiones por la CONAGUA en aquella entidad, cuando ya estaba definido el destino de las aguas de toda la Cuenca del Río Bravo y sus afluentes, según se establece en el Tratado de 1944.
Raúl Treviño Cisneros, representante de uno de los módulos del Distrito 025 y José Luis Carrasco, abogado de los productores tamaulipeco en defensa de sus derechos, refieren que el agua tomada ilegalmente en la parte alta es la que falta en la parte Baja de la Cuenca, por lo que urgieron a las autoridades de la CONAGUA que encabeza Blanca Jiménez Cisneros, respeto a la Ley General de Aguas, al Tratado México-Estados Unidos de 1944, a la constitución, y a una resolución del Juez de Distrito que mandata el cumplimiento a sus derechos.
Recuerdan que desde 1946 hasta 1995 nunca faltó el agua en el Distrito 25 de Tamaulipas, por lo que siempre se produjeron grandes cantidades de granos oleaginosas, principalmente maíz, sorgo, algodón y algunas hortalizas que son alimentos básicos en la dieta del mexicano.
Sin embargo, a partir de ese año hubo extracciones adicionales en la parte alta de la Cuenca del Río Bravo, específicamente en el Río Conchos, de tal forma que empezaron a darse incumplimientos de los aportes que ese río (Conchos) debe hacer a todo el sistema de la Cuenca, que fue estipulado en 770 millones de metros cúbicos anuales en promedio.
Ese compromiso no se ha cumplido desde entonces y de han estado haciendo entregas de 340 millones de metros cúbicos, es decir, 430 millones de metros cúbicos menos, además de otras extracciones ilícitas o «huachicoleo» directo del río, agua que deja de llegar, y que alcanza en conjunto los 500 millones de metros cúbicos.
Esa agua no ha llegado a las presas internacionales Amistad (Coahuila) y Falcón (Tamaulipas) que apenas almacenan 220 millones de metros cúbicos ( de la parte de agua que corresponde a México), de tal forma que no existen ni siquiera los 350 millones de metros cúbicos estratégicos para el abasto del uso urbano ( domestico e industrial) del sistema de ciudades fronterizas a lo largo de la ribera del Bravo, desde Acuña, Coahuila, a Matamoros, Tamaulipas.
Por tanto, tampoco existen los mil 189 millones de metros cúbicos que anualmente corresponden al distrito 025 de Tamaulipas ( 202 mil hectáreas), y de los cuales en los últimos 25 años solamente un año se entregaron gracias a que hubo un ciclón que contribuyó a que las presas tuvieran buen almacenamiento.
El ciclo pasado, refieren, solamente se recibió el 43 por ciento del agua estipulada en sus derechos o concesiones, lo que influya en forma severa en la caída abrupta en la producción de granos en los que México es deficitario ( maíz y sorgo), ocasionando pérdidas económicas de más de 3 mil millones de pesos anuales que afectan a las familias de 16 mil usuarios en forma directa y a 60 mil familias que dependen de esta actividad.
«Y a nosotros no hay quien nos indemnice por esas pérdidas, que ya son por varios años y no podemos seguir tolerando, porque hemos tenido que dejar de sembrar unas 30 mil hectáreas de riego», enfatizan.
Subrayan que se está viviendo un fenómeno no solo de debacle económica en el sector agropecuario del norte de Tamaulipas, sino un serio impacto en la ecología de la Cuenca Baja del Río Bravo, en donde faltan esos 500 millones de metros cúbicos anuales que están robándose en Chihuahua con la tolerancia cómplice de las autoridades de la CONAGUA, al grado de que ahora los ven como propios.
Añaden que no están pidiendo nada que no esté estipulado en las leyes, en la Ley General de Aguas, en el Tratado de 1944 y en la Constitución.
Por ello, desde hace años iniciamos una defensa jurídica de nuestros derechos y se tiene ya un amparo de un Juez Federal de Reynosa, para hacer cumplir la ley por parte de CONAGUA,
Que fluya el agua de la parte alta de la Cuenca del Río Bravo y que ésta sea distribuida en forma equitativa, pues no debe sacrificarse a los productores de Tamaulipas en aras de entregar la parte que también corresponde a Estados Unidos ( 430 millones de metros cúbicos anuales, de los que en éste año se les adeudan aún 218 millones de metros cúbicos.
fuente: inforural.com