Regiones con algún grado de daño por falta de lluvias pasan de 427 en 2016 a 1,295 este año; 13 estados con más estragos.
Para el primer trimestre del año, el 83.92 por ciento del territorio nacional padecía algún grado de sequía. De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, mil 295 municipios del país padecen algún grado de esta condición, de moderada a extrema. Hace cinco años, en 2016, los municipios afectados eran 427 en todo el país, esto es, en el último lustro 203 por ciento más territorio ha padecido algún tipo de sequía por la falta de lluvias y cambios metereológicos.
En los últimos años, no se había registrado un marzo tan seco como este año: en 2020, de un total de dos mil 463 municipios en el país, 400 padecían algún grado de sequía; en 2019 eran 498; en 2018, 542, y en 2017, 562.
Al corte del 31 de marzo, 13 estados padecieron sequía en todos sus municipios: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa y Zacatecas, cuando hace cinco años únicamente un estado (Baja California), sufría de esta condición para la misma fecha. Además, según el último reporte del organismo del Servicio Meteorológico Nacional, sólo cinco entidades no presentan ningun tipo de sequía, la mayoría ubicados en la península de Yucatán: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Tabasco.
La falta de lluvias nos afecta a todos, como dicen, es tiempo de vacas flacas. Si no hay hierba porque se seca, los animales no comen y uno no puede producir nada o sale menos, y además se pierde (dinero) porque los animales se mueren
Roberto Flores, Productor de Zacatecas
PEGA AL CAMPO
Han sido meses duros para los trabajadores del campo, jornaleros y habitantes que dependen de sus tierras para vivir. Tal es el caso de Roberto Flores, habitante de Zacatecas, entidad que para estas fechas concentra el 100 por ciento de su territorio con algún grado de sequía.
“La falta de lluvias nos afecta a todos, como dicen, es tiempo de vacas flacas. Si no hay hierba porque se seca, los animales no comen y uno no puede producir nada o sale menos, y además se pierde (dinero) porque los animales se mueren”, explicó.
En entrevista con La Razón, Flores, explicó que el año pasado fue uno “de los más difíciles” que le han tocado, pues sumado a la falta de forraje para alimentar a sus vacas, “tocó la pandemia, y ahora sí que no sacábamos por ningún lado”, comentó, al explicar que perdió dos cabezas de su ganado por falta de alimento.
PROBLEMA GLOBAL
El aumento de las sequías en nuestro país es una muestra de las repercusiones del cambio climático, provocado en buena parte por el aumento de la producción de dioxido de carbono y metano que genera un efecto invernadero en el planeta, explicó el especialista Alberto Búrquez Montijo.
“El cambio climático no es algo que vaya a suceder, es algo que ya estamos viendo y cada vez lo notamos de manera más palpable”, dijo, con el aumento de la temperatura, la disminución de lluvias y tiene efectos como sequías más intensas y que se mantienen por más tiempo, complicando su recuperación a largo plazo.
En entrevista con La Razón, el investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, destacó que las sequías se caracterizan por una falta de agua que sólo puede resolverse con la llegada de lluvias, y se trata de un problema cuyas repercusiones no son exclusivas de la zona afectada, sino que pueden extenderse socialmente o incluso convertirse en problemas políticos, dijo, al recordar el problema del agua en la presa Las Delicias, en Chihuahua el año pasado.
Una sequía se interpreta como la falta de agua para la agricultura temporal o de riego, cuando hay varios años sucesivos de sequía, que hacen que el nivel de las presas disminuya por debajo del adecuado para seguir proporcionando agua para los cultivos
Alberto Búrquez Montijo, Investigador de la UNAM
“Generalmente, una sequía se interpreta como la falta de agua para la agricultura temporal o de riego, cuando hay varios años sucesivos de sequía, que hacen que el nivel de las presas disminuya por debajo del nivel adecuado para seguir porporcionando agua para los cultivos”, comentó.
Búrquez Montijo explicó que lamentablemente la solución de esta problemática no está en manos de los individuos, ya que es un problema global que debe solucionarse con la elaboración de acuerdos internacionales para diminuir las emisiones que provocan el efecto invernadero, de tal suerte que se reviertan sus implicaciones, como las sequías, que afectan a más de la mitad del territorio nacional.
“Es importante que los individuos hagan la tarea de no adquirir plásticos, disminuir los viajes que tenemos con vehículos de motor, para minimizar nuestra huella de carbono, pero esto no va a cambiar el escenario. Quienes son responsables son las grandes corporaciones. La culpa y la solución a este problema no está en las acciones individuales, sino en las colectivas”, aseguró.