El crecimiento de las empresas debe estar proporcionalmente ligado al desarrollo de su gente y de su entorno, a eso es lo que llamamos crecimiento con progreso social.
La inversión es uno de los hilos conductores fundamentales para el crecimiento económico, sin embargo los indicadores económicos sólo nos reflejan una parte de la historia, es crucial también comprender su impacto en el desarrollo y el progreso social.
Cuando hablamos de progreso social tendríamos que hablar de componentes que atiendan las necesidades humanas básicas, que generen bienestar y oportunidades para toda la población.
Es un hecho que sin crecimiento económico no puede existir el progreso social, se requiere de inversión y de empresas que generen empleos que a su vez se traduzcan en derrama económica que permita una cobertura de varios elementos como lo son la alimentación y nutrición, cuidados médicos básicos, vivienda, seguridad, acceso a conocimientos, calidad medioambiental, inclusión, sostenibilidad, entre otros.
La agenda global se está inclinando hacia la creación de un mundo más sostenible, el contar con una visión más amplia sobre los impactos de la inversión y el crecimiento económico permite a los gobiernos tomar decisiones más adecuadas y generar políticas públicas encaminadas al cumplimiento de su misión de Estado.
El foco debe estar en el crecimiento económico y social
Los ciudadanos están exigiendo mayores oportunidades y mejores condiciones de vida, los gobiernos deben generar condiciones adecuadas para promover la inversión privada ya sea nacional o extranjera, que sumada a la inversión pública permita garantizar condiciones de desarrollo y crecimiento.
El Producto Interno Bruto (PIB) es una medida de bienes y servicios, existen indicadores como el Índice de Progreso Social (IPS) que es una medición del desempeño social de un país; es decir, su capacidad de satisfacer las necesidades humanas fundamentales de sus ciudadanos. Complementa al PIB y brinda una comprensión holística del desempeño general de los países.
El crecimiento de las empresas debe estar proporcionalmente ligado al desarrollo de su gente y de su entorno, a eso es lo que llamamos crecimiento con progreso social.
Desde la crisis financiera en el 2008, ha habido una creciente expectativa respecto al rol que deben jugar las empresas para mejorar la vida de sus clientes y colaboradores, y proteger el medio ambiente.
Alcanzar las metas en progreso social no es nada fácil, requiere de un esfuerzo conjunto entre los sectores productivos, el gobierno y la sociedad civil. El crecimiento depende de las decisiones que se tomen para impulsar la economía y el índice de progreso social es una herramienta útil para identificar si se está en el camino correcto para lograr un desarrollo sostenible.
Se requiere crear escenarios sotenibles
En una visión más amplia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es un plan para alcanzar la paz y la prosperidad, para lograr el progreso social de las personas y el planeta, su componente central son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un llamado urgente a la acción de todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo, en una alianza global.
Aunque la implementación de los ODS a nivel nacional son esencialmente responsabilidad de los Gobiernos, sería imposible lograrlos sin la importante contribución de las empresas. El sector privado debe desempeñar un papel clave como generador de empleo y crecimiento económico y fuente de tecnología, innovación e inversión.
Los gobiernos deben generar condiciones adecuadas para estimular la inversión privada, se requiere de certidumbre, de reglas claras, de un estado de derecho que promueva el crecimiento, el desarrollo y el progreso social, con ello habremos cumplido todos en un escenario más sostenible en donde se cubran las necesidades actuales sin comprometer el desarrollo de las futuras generaciones.
* Director General del Consejo Nacional Agropecuario.