En los últimos días le he platicado de la evolución que muestra el millonario proyecto de la multinacional alemana Proman relacionado con la construcción de una planta de fertilizantes en Sinaloa que implicaría una inversión de hasta 5,000 mdd.
Una primera fase del conjunto ubicado en Topolobampo y que empuja su subsidiaria Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) que dirige Arturo Moya significaría 1,200 mdd y estaría lista en 3 años.
Vaya que se ha perdido tiempo dada la consulta pública que exigió Andrés Manuel López Obrador. Fue realizada por Segob de Adán Augusto López y Semarnat de María Luisa Albores. Un 75.61% voto por el sí a la planta.
Pero los teutones aún deben sacar adelante un conjunto de amparos que interpusieron los opositores al proyecto. Ya fueron atraídos por SCJN que preside Arturo Zaldívar y quizá en enero haya algún resultado.
Lo lamentable es que México es deficitario en amoniaco. Se importan 2 millones de toneladas y Pemex que dirige Octavio Romero apenas aporta 200,000.
El asunto ahora es más dramático porque los precios de los fertilizantes en el mundo se han ido a las nubes tras la pandemia. Muchas empresas cerraron y China y Rusia, los dos principales jugadores, han detenido sus exportaciones para privilegiar su mercado interno.
El fertilizante se ha convertido en otro factor de presión para la inflación global al incidir en el costo de muchos productos agrícolas.
De ubicarse la tonelada en 400 dls no hace mucho, ahora está en 1,000 dólares lo que significa un aumento de 150%.
Para la agricultura de México este otro elemento es delicadísimo. Sader que encabeza Víctor Villalobos ya se ha referido a esa situación que pone en riesgo la producción de los cultivos.
Y es que además, más allá del desorbitado brinco de las cotizaciones del fertilizante hay escasez y no hay garantía para obtenerlo.
De ahí lo absurdo de la batalla de Proman con una factoría que debería ser estratégica.
Habrá que ver el fallo en la SCJN, fruto de la presión de importadores que sólo buscan preservar su mercado.
Fuente: ALBERTO AGUILAR. NOMBRES, NOMBRES Y…NOMBRES. EL SOL DE MÉXICO.