Los productores de la región Mixteca refieren que sus ganancias son casi nulas, mientras que los costos de producción siguen altos.
Desde hace más de 70 años el municipio se Petlalcingo inició con la siembra la caña y jícama, que ahora se ha convertido en unos de los principales productores de la región de la Mixteca, aunque para muchos productores esta actividad no es remunerada ya que se vende poca producción ante la falta de un mercado para su venta, mientras que la inversión es mucha.
De acuerdo con los productores, este año el costo bajó de manera considerable ya que en años anteriores el bulto de jícama se vendía en 500 hasta 600 pesos, pero después de la pandemia se está vendiendo en 400, mientras que la jícama tenía un costo de 300 hasta 350 el rollo de 20 cañas, pero ahora se está ofertando en los 200 pesos.
Señalaron que su única venta es en Huajuapan y Acatlán, y personas que llegan de otros lugares a Petlalcingo son quienes se llevan el producto, sin embargo, hay quienes no logran vender toda su producción, y mucha de ésta se regala para alimento de ganado.
De acuerdo con Francisco López, quien siembra caña desde hace 10 años, la inversión es mucha para la siembra, mientras que la venta es poca, ante la falta de un mercado para su venta.
Detalló que el bulto de la semilla de jícama se encuentra en los mil pesos solo para sembrar una parcela, además de que se pagan al menos unos 8 a 10 personas para que ayuden a la siembra, pagándole a cada uno 200 pesos diarios, ocupando a la gente durante 3 días.
Mencionó que a estos gastos se suma el pago del tractor que te cobra la cantidad de mil 600 hasta mil 800 pesos la hora. Calculó que se invierte al menos unos 30 mil pesos, tan solo para la siembra, sin cortar el proceso de corte de la caña.
Dijo que la caña se tiene que sembrar un año antes, es decir, durante estas fechas ya tienen que empezarse el proceso de la siembra para que pueda estar lista para el año que viene desde el mes de octubre que inicia el corte y que debe concluir durante el mes de febrero, lo que representa que el terreno se encuentra ocupado durante todo el año sin sembrar alguna hortaliza u otra fruta.
Claudio Camacho Hidalgo, productor de jícama en esta localidad, recordó que inició esta actividad desde 1958 y hasta la fecha sigue con la tradición que le heredó su familia, siendo uno de los principales productores en este municipio.
Narró que el primer paso para sembrar jícama, es el barbecho, para posteriormente marcar los surcos y, así iniciar el proceso de la siembra.
Detalló que la jícama se siembra en forma de cruz, por lo que tiene que buscar de tres a cuatro personas para que lo apoyen en este proceso, además de que si no llueve se tiene que estar regando por separado.
“Cuando ya la planta nace, se tiene que limpiar, si hay yerba, además que nosotros hacemos el proceso de capazón, que es quitarle la flor a la planta, cuando esta nace, para que la planta no crezca para arriba, sino se desarrolle para abajo y así nace la jícama”, expresó.
JÍCAMA, EN RIESGO POR HELADAS
De acuerdo con los productores de jícama y caña de este municipio mixteco ubicado en la zona sur del estado de Puebla, “solo piden a Dios” que no caiga una helada en estas semanas, de lo contrario afectaría la producción en todo el municipio de Petlalcingo y que de ahí dependen al menos unas 200 personas dedicadas a esta actividad.
En este tema, Miguel Sánchez, dijo que la helada solo le llega afectar a la planta que se encuentra a fuera, pero a la fruta ya no le llega a afectar severamente, sin embargo, lo que más les ha provocado pérdidas es la falta de agua ante las prolongadas temporadas de sequía en esta zona, porque la fruta ya no crece como tiene que ser.
El productor dijo que mucha gente se dedica a la siembra de la jícama, misma que requiere grandes cantidades de agua, por lo que la falta del líquido es más severa la afectación, pero una helada les llegaría afectar porque quema la planta y se empieza a seca.
Mientras que los productores de caña indicaron que, si les llegaran a afectar severamente los fríos, debido a que la caña se encuentra a la intemperie y ésta se convierte en tepache, ya no podrían venderla al público.
Fuente: BRISSELDA SARABIA. EL SOL DE PUEBLA.