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sábado, noviembre 23, 2024

Desarrollo de pequeños productores de naranja en la Huasteca Potosina

Uno de los retos más importantes que tiene actualmente el esquema en la región es lograr la inclusión financiera de todos los productores participantes, en virtud de que solo el 3% de ellos cuentan con financiamiento. 

La actual situación que se vive a causa de la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus promueve la búsqueda de alternativas para la subsistencia económica, y una de ellas, que ha tomado gran relevancia como fuente de producción de alimentos pese a dicha situación, es la agricultura, la cual es considerada la fuente básica para el suministro de la alimentación; sin embargo, a pesar del gran potencial que tiene, no se ha logrado el desarrollo homogéneo de dicha actividad a todos los niveles.

A nivel mundial, México destaca dentro de los cinco exportadores más importantes de jugo de naranja.

Por su parte, la producción de este cítrico representa una actividad agrícola sobresaliente en el estado de San Luis Potosí, ya que, se ubica como el tercero con mayor superficie sembrada a nivel nacional con 32,778 hectáreas.

Casi toda la producción de naranja está concentrada en la región Huasteca, representando el 81% del total, equivalente a 26,485 hectáreas de superficie sembrada y 22,242 hectáreas de superficie cosechada, alcanzando durante el 2020 una producción de 240,211 toneladas en la región, con un rendimiento promedio de 10.8 ton/ha (SIAP, 2020).

No obstante, dicha actividad representa un reto significativo para los productores, debido a que en la región el 75% de la superficie sembrada se considera de temporal y el resto de riego.

De este último se estima que solo un 5% es tecnificado; existe un bajo o nulo acceso al financiamiento y la búsqueda de un nicho de mercado es otro de los desafíos a enfrentar y a la vez una gran oportunidad de tecnificación.

Ante este panorama, preexisten Programas de Desarrollo de Proveedores (PDP) de naranja orgánica, los cuales son esquemas que buscan articular a pequeños y medianos productores con la industria, cuyo objetivo es el abastecimiento de materia prima de manera continua, adecuada y suficiente, especificando las condiciones y parámetros de la misma y en el cual los productores se ven beneficiados, ya que, tienen un contrato de compra-venta con la empresa a la que le proveen asegurando la comercialización de su producción.

Dicho esquema también contempla actividades de capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología mediante técnicos especializados en el tema, cuyo propósito es fortalecer las habilidades de los productores, mejorar sus prácticas en campo y lograr el acceso al financiamiento para cubrir los gastos que conlleva el desarrollo de sus actividades.

Actualmente en la región se cuenta con un PDP de naranja, que tiene vinculados a 30 productores de los municipios de Ciudad Valles, Axtla de Terrazas, Tampacán, Tamazunchale, Matlapa y Coxcatlán del Estado de San Luis Potosí, estas últimas cuatro regiones con un alto grado de marginación.

Uno de los principales impactos obtenidos por el programa radica en el rendimiento, puesto que dicho parámetro alcanzó un valor de hasta 15.7 ton/ha, cuando anteriormente el rendimiento oscilaba en 10 ton/ha aproximadamente; y se mejoró el precio de su producción de 1,300 pesos /ton a 2,500 pesos/ton.

Lo anterior, gracias a la asistencia técnica, capacitación y la adopción de mejores prácticas en sus parcelas, validándose algunas tecnologías para aplicación en sus huertas, como un sistema de riego para mejorar la productividad.

Se ha mantenido controlada la plaga del Huanglongbing (HLB) y actualmente el 95% de las huertas han sido certificadas como orgánicas por la empresa a la que le proveen desde hace tiempo.

Uno de los retos más importantes que tiene actualmente el esquema en la región es lograr la inclusión financiera de todos los productores participantes, en virtud de que solo el 3% de ellos cuentan con financiamiento, este es un punto de partida para lograr abatir la brecha financiera acercándoles opciones de crédito para lograr que desarrollen al máximo sus habilidades y se conviertan en proveedores de mercados de mayor valor, aumentar la eficiencia y productividad y desarrollar en ellos las habilidades necesarias para mejorar sus condiciones económicas y sociales.

Fuente: ARACELI ACOSTA GÓMEZ Y CONCEPCIÓN RAMÍREZ ACEVEDO. EL ECONOMISTA.

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