Andrés Manuel López Obrador dice que en estos tiempos de inflaciones no vistas en décadas él sólo tiene una prioridad: que la gente más pobre de México compre alimentos al menor costo posible. Sin embargo, ese compromiso presidencial es amenazado por alfiles de AMLO que, en buen castellano, ven la tempestad y no revisan iniciativas que, llevadas a cabo a tontas y locas, provocarán escasez de alimentos y aumentos en los precios de los mismos. Como la que sobre plaguicidas está en el Senado.
Un desplegado publicado el lunes por docenas de organizaciones del campo alertó que una iniciativa que reformaría la Ley de Salud en materia de plaguicidas y bioinsumos “amenaza con poner en riesgo la seguridad alimentaria del país y nuestra capacidad de exportar alimentos, al promover la prohibición de agroquímicos que se consideren altamente peligrosos, sin aportar una definición clara de cuáles serían éstos con sustento científico o con base en los criterios de organismos internacionales, como la FAO”.
«El sector productivo y alimentario nacional lo integramos más de 8 millones de mujeres y hombres; nuestro trabajo representa el 8.3% del PIBN, con un crecimiento actual del 3.1%, muy por encima del 1.8% del promedio de la economía».
Fuente: Salvador Camarena