Chihuahua-..
Para muchos países, la producción de alimentos representa un tema de seguridad nacional, debido a la importancia y prioridad que tiene el poder garantizar el abasto y la disponibilidad de alimentos para su población. En nuestro país, la propia constitución política reconoce el derecho a la alimentación de forma explícita, al decir en su artículo cuarto que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”, lo cual será garantizado por el Estado. Bajo esta premisa debe existir una política pública que promueva, por una parte, el que cada hogar cuente siempre con la capacidad y recursos para obtener los alimentos que requiere; por otra parte, y para nutrir de manera adecuada a una población, debe haber en el país suficiente cantidad y variedad de alimentos. Por lo tanto, en la mayoría de los países una estrategia fundamental de política alimentaria es mejorar y aumentar la producción de alimentos.
Hoy estamos enfrentando la crisis más profunda de los tiempos modernos; por una parte, una crisis de salud provocada por la pandemia del coronavirus, que está poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas y provocando una crisis económica más profunda, que se prevé como la peor recesión desde la II Guerra Mundial; ante ello, los Gobiernos están implementando diferentes medidas para evitar mayores daños a sus economías y a su desarrollo. Un aspecto fundamental de estas medidas es garantizar a la población el suministro y abasto suficiente de alimentos; la agricultura, la ganadería y la pesca son actividades que no pueden detenerse; poner en riesgo la producción de alimentos pudiera traer consecuencias más graves y desastrosas que las que estamos viviendo hoy en día; solo imaginemos que no tuviéramos disponibilidad de alimentos en los centros de distribución, que pudiéramos entrar a un supermercado, a una tienda, a un mercado y los anaqueles y estantes se encontraran vacíos.
Estados Unidos anunció un apoyo de 19 mil millones de dólares para garantizar la producción doméstica de alimentos y mitigar los impactos de la crisis; apoyos directos a sus productores y también para realizar compras de alimentos a sus productores y hacerlos llegar a quienes más lo necesitan.
En México, el Gobierno ha estado tomando decisiones que desafortunadamente están poniendo en riesgo el futuro de la producción de alimentos; por una parte, el recorte del presupuesto para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que para el 2020 disminuyó un 27.5%, con relación al año anterior, lo cual se agrava con el recorte realizado el 2019 del 12.1%, con lo cual en solo dos años se registró un recorte de casi el 40% de recursos; aunado a ello desaparecen programas que estimulaban la producción y ofrecían certidumbre a los productores nacionales; hoy el enfoque de los apoyos son meramente asistenciales.
Inexplicablemente en plena crisis, se anuncia la desaparición del estímulo fiscal que por años se venía otorgando al diésel agropecuario y pesquero, afectando de manera importante a nuestros productores nacionales; solo para dimensionar esto, los productores de alimentos en Estados Unidos pagan poco más de 6 pesos por litro de diésel y en nuestro país los productores pagan más de tres veces ese costo que representa alrededor de 19 pesos por litro.
También se están tomando decisiones de Gobierno, en donde se prohíbe y limita la importación y el uso de algunos productos para la protección de cultivos, ante supuestos de que pueden ocasionar daños en la salud y lo más grave, sin medir los impactos negativos que tendrá en la producción de alimentos.
Aunado a todo lo anterior, la implementación del TMEC , representa algunos riesgos para el sector exportador agroalimentario, en el tema laboral se espera que puedan presentarse algunos problemas referentes al trabajo forzoso y trabajo infantil, asi mismo hay compromisos y amenazas de iniciar investigaciones de casos dumping a ciertos productos mexicanos por parte del representante de comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer en apoyo a productores del Estado de Florida y Georgia-
Las actividades primarias son las únicas que mostraron crecimiento durante el primer trimestre de este año, más sin embargo los impactos más negativos de esta crisis se verán reflejados en los trimestres subsecuentes, afectando lo que es la planta productiva nacional; esto, sin duda, generará la necesidad de importar más alimentos; afectará a los empleos que genera este importante sector, la derrama económica, la generación de divisas y, lo más importante, se está poniendo en riesgo, la producción de alimentos en México, y generando mayor vulnerabilidad como país, ante lo que acontezca en el exterior, para el abastecimiento de alimentos.
Ing. Luis Fernando Haro Encinas
Director General
Consejo Nacional Agropecuario