La miel de la península de Yucatán es valorada y reconocida entre los consumidores europeos, pero, ¿a qué se debe? A la magia de la floración de la región.
Quienes han estado en los estados de la península en los meses de frío y sequía, han observado que la vegetación parece muerta, seca; sin embargo, está a la espera de las lluvias, que es cuando reverdece y florece.
Las floraciones comienzan con las enredaderas y bejucos en noviembre y diciembre, le sigue el Tajonal en enero y febrero, luego Dzidzilché, los mangles y en la recta final, el Dzalam en mayo y junio.
Son flores características de la región que pintan los montes y que son los néctares predilectos para las abejas, quienes pecorean y van transformando el polen en miel.
En esta zona, el ciclo de cosecha comienza en noviembre, con los bejucos y enredaderas y finaliza en junio, cuando comienzan las lluvias.
Este ciclo 2020-2021 está siendo extraordinario, porque la flor del Tajonal, con su característico amarillo y que tiene pinta de ser maleza, ha tenido las lluvias adecuadas y las abejas han pecoreado lo suficiente como para que desde principios de febrero comenzara la cosecha, logrando precios por litro de hasta 40 pesos en Campeche y Yucatán.
La felicidad de los apicultores en Campeche y Yucatán es inmensa, ya que la temporada pasada muchos fueron afectados por las tormentas tropicales y huracanes, que dañaron los apiarios.
El Tajonal suele ser el banderazo de cosecha de miel en la región y si las lluvias son adecuadas vendrá la floración del Dzidzilché, con su característico aroma, y su color blanco y diminuto, para cosechar en marzo y abril; mayo será el tiempo del Dzalam, esa flor pequeña y rosada de los árboles que crecen en los montes altos de la región.
Son más de 12 mil familias involucradas en esta actividad, quienes complementan el ingreso de sus hogares con la Milpa y trabajos adicionales en la comunidad como comercio o servicio.
Las abejas han sido por años una de las actividades rurales de las comunidades de la península, sin embargo, no forman parte de padrones de apoyo directo del Bienestar para producir, o de compras de Segalmex, o de algún otro programa directo, como es el caso de otros productores de caña o café.
De esta región se obtiene más de 80 por ciento de la producción nacional y esta temporada el pago al apicultor está siendo superior al de años anteriores.
La magia de la naturaleza y la confianza de los apicultores se conjugan para saborear la miel, generar ingresos en los hogares y divisas con las exportaciones.
Es la magia de la floración la que permite a las abejas producir miel de color, textura y aroma característico.
Fuente: EL FINANCIERO.