La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que la agricultura es una fuente importante de empleo a nivel nacional, siendo el sector primario el que emplea alrededor de 13.3% del total de la población ocupada a nivel nacional y supera el 3.1% de participación del sector en el PIB nacional.
A nivel rural la producción de alimentos para la organización de productores tiene como principal limitante la obtención de recursos económicos y capitalización de las unidades de producción.
No obstante, la actividad agrícola de ciertos cultivos se ha incrementado en términos de superficie cosechada, específicamente a partir del año 2000. Entre los cultivos que destacan se encuentran la zarzamora, fresa, hortalizas, aguacate y agave.
Los agro-parques tienen como objetivo agrupar al mayor número de productores para la realización de actividades agropecuarias, para minimizar el uso de la energía, reducir los costos de producción, e incrementar su valor, a través del uso de diferentes tecnologías, maximizando la productividad y competitividad de los sectores agroalimentario/pesqueros, en espacios físicos en donde los productores logren alcanzar un sistema agroindustrial orientado.
Lo anterior, se concentra en mejorar el control de los procesos de producción haciéndolos más eficientes y en consecuencia obteniendo la cantidad y calidad de cada producto soportados con la inversión en tecnología para satisfacer a su mercado objetivo.
Adicionalmente se comparte la infraestructura, investigación de mercados, transferencia de tecnología y capacitación, alcanzando a obtener créditos en mejores condiciones de forma colectiva.
La agricultura en invernadero y el funcionamiento de los agro-parques, constituyen una estrategia para el desarrollo rural, una reconversión productiva y tecnificación, detonando para las regiones rurales, el autoempleo y la generación de desarrollo económico.
FIRA, como parte de la banca de desarrollo, dentro de sus objetivos prioritarios tiene el fomento a la inclusión financiera y abatimiento de las barreras de acceso a servicios financieros para pequeños productores agrícolas, a través de intermediarios financieros con financiamiento y servicio de garantía.
Adicionalmente se les proporciona capacitación, consultoría y asesoría técnica, contribuyendo a la profesionalización y mejoramiento tanto del proceso de crédito como de su producción.
Con el modelo de Agro-parque hortícola, FIRA en 2020, ha contribuido con entidades financieras como las Sofomes, a través del programa especial de acceso al financiamiento con incentivo de “Servicio de Garantía Fonaga”, para 65 hectáreas rentables de invernadero, logrando combinar y potencializar el uso de tecnologías en localidades marginadas, por medio de mecanismos innovadores y la coordinación pública-privada, permitiendo el impulso en los sectores social y empresarial.
Durante el 2021 se estima apoyar a un 10% más de productores con el propósito de que obtengan financiamiento con FIRA.
El servicio de FIRA está dirigido a capitales de trabajo, refaccionarios para nuevas inversiones fijas, así como para equipamiento de las empresas, que les permita mantener los niveles de alta rentabilidad en forma exitosa, con el beneficio productivo y social.
Con la organización y administración de agro-parques, se agrupan a sociedades de producción rural, mismas que conforman empresas integradoras para un mayor nivel de competencia y mejorando el posicionamiento en el mercado nacional e internacional.
Fuente: FERNANDO MARTÍNEZ TÉLLEZ. EL ECONOMISTA