Comerciantes se ven desplazados de la siembra, la crianza, la distribución y venta de mercancías como jitomate, aguacate, limón, carne y pollo señalan a Los Tlacos y Los Ardillos en la trama.
El crimen organizado en Guerrero logró, penetrarla cadena productiva de insumos básicos desde la producción la distribución y la venta de productos como el jitomate, el aguacate el limón o la carne dejando al pollo como el último bastión de una lista de alimentos que no había podido ser cooptado por la mafia.
De acuerdo con los comerciantes bandas como Los Tlacosy Los Ardillos son las que se
disputan esos mercados principalmente el del pollo incluso operan a través de familiares y
construyen redes de repartición que usan la ruta de Chilpancingo a Petaquillas.
Los atentados contra trabajadores y distribuidores de pollo originarios de la comunidad de
Petaquillas, así como la repentina reactivación en las ventas dejaron en evidencia cómo las organizaciones delincuenciales ya controlan las cadenas de suministro utilizando la violencia y el miedo como método de presión.
Las denuncias surgieron desde los mercados públicos de Chilpancingo entre cuchillos y pescuezos después de tres días de escasez y de por lo menos ocho asesinatos.
Empleados y propietarios de comercios dedicados a la venta y distribución de pollo consultados por MILENIO describieron el modelo de negocio que comienza con granjas financiadas por el crimen, repartidores que distribuyen en transporte público las aves y que
termina con la venta al menudeo.
«Nos marcaron anoche y nos dijeron «ya tenemos pollo», con fió una vendedora, quien dijo que los comerciantes se vieron obligados a replantear la viabilidad del negocio.
Sin embargo, reconoció que el cierre de negocios sirvió para llamar la atención a las autoridades de que existe un problema real.
Primeras amenazas
Desde hace por lo menos un año comenzaron las primeras amenazas para obligar a los locatarios a cambiar de proveedor,pero el gremio no había cedido.
Por ejemplo, en el mercado Baltazar Leyva Mancilla, que cuenta con 35 locatarios de pollo no había una representación pues recurrentemente es a través de esta figura con la que comienzan las presiones para vender un determinado producto. Los matan o los compran dijo la comerciante.
¿Para los vendedores hay cobro de piso?-
Todavía no
En el mercado de San Francisco la situación es la misma. Los locatarios también se vieron obligados a cerrar desde el domingo pasado ante la falta de pollo. Ese día solo abrieron cuatro negocios a pesar de que autoridades municipales aseguraron que la situación ya estaba controlada.
En cuanto a los proveedores, autoridades explicaron que existen por lo menos seis empresas para este mercado pero el miércoles pasado solo hubo una con pollos que fueron enviados desde el municipio mexiquense de Amecameca.
La mercancía fue distribuida a través de camionetas y taxis a los diferentes mercados de la ciudad con compras limitadas a 20 pollos por local «pues no se daban abasto».
Las agresiones
El ejemplo de esta cadena que involucra al crimen organizado comenzó el 6 de junio pasado con el asesinato del repartidor de nombre Tomás, de 35 años en el Mercado Baltazar Leyva Mancill.
Él estaba encargado de surtir pollo todos los días y se presume era hermano del propietario
de la granja ubicada en Petaquillas y cuñado de uno de los jefes de plaza de Los Tlacos.
Tres días después, el 9 de junio ocurrió otro ataque ahora en el estacionamiento de la misma central donde fue ultimado un trabajador de la misma granja de nombre Enrique.
Pero fue hasta el sábado 11 cuando terminó la operación criminal con la masacre en Petaquillas que acabó con la vida de seis personas quienes son el encargado de nombre Víctor, dos clientes que revendían pollo Antonio y Mauricio, tres trabajadores Kevin, Silverio, y Diana esta última de 12 años.
En los pasillos del mercado no solo se refirieron a Los Tlacos, como proveedores de pollo
pues tras la ola de violencia fueron identificados como los principales beneficiarios de los ataques a los hermanos César y Pavel Aguilar, encargados de repartir el producto desde Petaquillas para este mercado quienes presuntamente están al servicio de Los Ardillos.
MILENIO publicó ayer que en dos de cada tres estados el crimen organizado presiona cada vez con mayor violencia a pequeños comerciantes con la intención de controlar mercados de productos básicos como la carne, el pan y el pollo.
En semanas recientes se ha incrementado el asesinato de tenderos. Pese a ello el Consejo Nacional Agropecuario, aseguró que no está amenazada la producción y distribución de esos artículos.
Con información: Milenio Diario/ Amílcar Salazar