Frente a reestructura, Conagua estrecha lazos con IP

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La CMIC celebró que la estructura directiva del organismo haya tomado un perfil más técnico; pese a recorte presupuestal para este año, es el tercer mayor contratante de obra del país.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) tendrá en los próximos seis años una gestión “totalmente transparente” con una estructura administrativa adelgazada, recursos limitados, generando ganancias justas para las empresas que le desarrollen infraestructura (donde no habrá espacio para actos de corrupción) y con una creciente participación de la sociedad, afirmó su directora, Blanca Jiménez.

Este año, que marca el inicio de elaboración del Plan Nacional Hídrico del nuevo gobierno, el presupuesto asignado para inversión física ya representa un reto, al sumar 14,225 millones de pesos, lo que representa una reducción de 20.4%, en términos reales respecto al año pasado, de acuerdo con el área de Análisis de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

“El presidente de la República nos ha pedido hacer más con menos y ya actuamos. Por diversas razones se había señalado a la comisión porque el manejo de sus recursos no era el adecuado o se usaba para otros fines. Tenemos que ser más eficientes y para lograrlo estamos poniendo en todos los puestos estratégicos personal con un alto perfil técnico”, comentó.

De las siete subdirecciones que existían quedaron cinco (cuatro a cargo de ingenieros civiles y una, General de Administración, es atendida por un economista y exoficial mayor que tendrá la tarea de verificar que todos los procesos de licitación se realicen conforme a la ley) y de cinco coordinaciones quedaron tres (entre las desaparecidas está la de Proyectos Especiales de Abastecimiento y Saneamiento).

Los 13 directores de organismos de cuenca, que representan a la comisión en el país, se mantienen.

Para compartir su plan de trabajo (basado en la reafirmación del derecho humano al agua y garantía de lograr una adecuada e integral gestión del recurso, entre otros puntos), la funcionaria acudió a las instalaciones de la cámara y firmó un convenio de colaboración.

A los empresarios les recordó que la prioridad 26 del gobierno federal es el agua y que las presas jugarán un papel relevante, como lo muestra la reactivación del proyecto Santa María, en Sinaloa, que requerirá de unos 20,000 millones de pesos en el sexenio, por lo que es necesario lograr una buena relación con el sector privado.

Las APP deben mejorar

En su oportunidad, el presidente de la CMIC, Eduardo Ramírez, manifestó su beneplácito por los cambios planteados en la estructura administrativa de la comisión porque “desde hace muchos años los subdirectores tenían otro tipo de perfiles, incluso algunos eran más políticos que técnicos y eso no ayudaba”.

Se comprometió a generar nuevos vínculos con la autoridad que permitan dar seguimiento puntual de los procesos de licitación y de los avances de obra, punto en el que coincidió con la directora de Conagua. “Vemos un futuro promisorio porque hay la conciencia de invitar a empresas formales que no van a dejar tirada ninguna obra y también coincidimos en que la sociedad debe tener una mayor participación para que no haya ninguna duda de los permisos o concesiones que se otorguen”, refirió Ramírez.

Sin embargo, entre los retos que ambas partes deben enfrentar está el de las Asociaciones Público Privadas (APP), por ejemplo, en grandes plantas de tratamiento, que se usaron en la administración pasada y el que el sector privado sugiere impulsar ante los ajustes presupuestales.

La funcionaria tiene otra opinión: hay proyectos que se hicieron con esa modalidad, donde hay casos en el que quien invierte (empresa) en un año recupera su inversión y francamente no sirve eso. La gente piensa que no sirve y que sólo hay un beneficiado, por eso creo que entre todos debemos informar e incluir a la sociedad en el desarrollo de infraestructura hidráulica, siempre con honestidad y transparencia.

Aunque no ofreció detalles de las obras a las que se refiere, dejó abierta la posibilidad para seguir usando ese esquema, lo que el presidente de CMIC consideró una decisión pertinente por los beneficios que genera.

De la Unesco a Conagua

Blanca Jiménez, directora de la Conagua, es una ingeniera ambiental con más de 35 años de experiencia en temas relacionados con el agua. Tiene la certeza de que se trata de un bien que no se puede privatizar y es necesario informar a la sociedad todo lo que ocurre en su entorno, incluida la participación privada en permisos y concesiones de explotación.

Su currículum es tan amplio que el pasado 10 de septiembre, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González, anunció su nombramiento anticipado con entusiasmo y dijo: “Dejó su puesto en Europa para servir a su patria”. Y le aplaudió.

Del 2012 al 2018 fue la directora de la División del Agua y secretaria del Programa Hidrológico Internacional en la UNESCO.

El Departamento de Ingeniería Ambiental en la UNAM, los de Calidad del Agua y Desarrollo de Recursos Humanos en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y el programa de Investigación sobre Agua en el Instituto Nacional de Ecología de México son algunos de los sitios en los que conocen a detalle su compromiso en la materia.

Entre los múltiples reconocimientos a Blanca Jiménez están: Global Water Award de la International Water Association (2010), Premio Nacional de Ciencias y Artes entregado por el presidente de México (2009) y la Medalla Heberto Castillo (2008).

Además, la información oficial de la funcionaria refiere que “cuenta con más de 509 publicaciones en revistas, libros y conferencias internacionales y nacionales. Es autora o coautora de 24 normas o estándares nacionales e internacionales y posee nueve patentes y desarrollos tecnológicos documentados”.a

ALEJANDRO DE LA ROSA. EL ECONOMISTA