Cuando hablamos de política pública, hablamos de acciones que nos muestran el
rumbo y la dirección que se establece para el logro de los objetivos que se
desean, el presupuesto de egresos de la federación es un claro instrumento de
política pública que nos refleja cuales son las prioridades para un Gobierno, a que
se le apuesta en la asignación de los recursos a ejercer.
El pasado 8 de septiembre, el Ejecutivo federal presentó al Congreso de la Unión,
la propuesta del paquete económico para el año 2020 que contiene los criterios de
política económica, el proyecto de ley de ingresos y la propuesta de presupuesto
de egresos para el año entrante.
La propuesta que realiza el Ejecutivo considera en términos generales un gasto
total que asciende a los 6.097 billones de pesos, un incremento del 4.4 % respecto
al Presupuesto aprobado para este año, la distribución de dicho gasto es lo que
refleja la prioridad de lo que se ha llamado la cuarta transformación, considera un
incremento a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana por el orden de
los 59 millones de pesos; para la Secretaria de Bienestar una partida de 22.48
mdp; para la Secretaria de Energía una asignación de 21.2 mdp y para la
Secretaria de Educación 16.2 mdp. Si estas asignaciones presupuestales las
traducimos a las prioridades que el nuevo Gobierno tiene, es claro ver que el tema
de seguridad es uno de los grandes retos que tendrá una atención especial; al
igual que el tema social y los programas de atención a la población más vulnerable
de nuestro País, se apuesta al tema de PEMEX y los proyectos de inversión a
través de la Secretaria de energía, se proponen mayores recursos para el tema de
educación que esperamos puedan verse traducidos en mejorar el nivel educativo
en nuestro País.
Extraña de sobremanera el recorte que sufre en la propuesta de Presupuesto de
egresos 2020 para el caso de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, con
una reducción del 29.3% de lo aprobado para este 2019, estamos hablando de
19,182 millones de pesos menos; para un sector que se ha señalado como
prioritario para el nuevo Gobierno, para un sector que es el que mayor dinamismo
esta mostrando en el crecimiento de la economia, un sector que compite con los
apoyos y recursos que otros paises otorgan a la producción de alimentos y a
quienes los producen y con quienes tenemos relaciones comerciales.
Se eliminan programas y se reducen drásticamente recursos a otros cuyo enfoque
es elevar la productividad y mejorar la infraestructura y la eficiencia en la
producción, tal es el caso de la eliminación de los programas como concurrencia a
entidades federativas, al de apoyo a la productividad y competitividad
agroalimentaria, a programas de fomento ganadero, entre otros y reducen de
manera muy importante a programas estratégicos como apoyos a la
comercialización, al programa de fomento a la agricultura, al fomento de la
productividad pesquera y acuícola y de desarrollo rural y sorpresivamente se
proponen menos recursos al programa de sanidad e inocuidad agroalimentaria a
quien se le reducen 379 millones de pesos.
Desaparecen los recursos fiscales para FIRA, FND, FOCIR y para AGROASEMEX
se reduce en un 50%, por lo que no solo se reducen los apoyos al sector
productivo sino también aquellos que puede otorgar la Banca de desarrollo en
materia de financiamiento y seguros.
Definitivamente el enfoque de esta nueva propuesta se concentra en apoyos a
pequeños productores, con programas de producción para el bienestar, precios de
garantía, SEGALMEX, crédito ganadero a la palabra y el tema de fertilizantes
cuyos montos ascienden a más de 28 mil millones de pesos, poco más del 60% de
la propuesta del presupuesto para el 2020.
Existe una deuda histórica con los pequeños productores y es fundamental que se
atiendan sus necesidades y se realice una diferenciación dentro del presupuesto
para buscar elevar la productividad y mejorar su ingreso, más sin embargo en la
propuesta de egresos enviada por el Ejecutivo prácticamente se olvida de la
agricultura comercial y de la planta productiva nacional, que requiere de otros
programas e incentivos que permita ser competitivos en los mercados globales,
que requieren de certidumbre y de bienes públicos como el caso del estatus
sanitario que tiene nuestro País y le permite tener un pasaporte abierto al mundo.
No se trata de pequeños, medianos y grandes productores, todos son importantes,
la competencia no esta dentro de nuestro País, no es competir por los apoyos y
recursos del presupuesto, la política pública debe de ser incluyente , debe de
atender las diferentes necesidades que existen para poder elevar la producción de
alimentos en nuestro país, para lograr asegurar el abasto de los mismos, la
producción de alimentos debe ser un tema de seguridad nacional, se debe apoyar
como se hace en todo el mundo el fomento de la producción doméstica y esta no
tiene que ver con tamaños de productores.
Está demostrado que invertir en el campo es una apuesta segura para el
desarrollo de México
Con el recorte propuesto para el campo, el Gobierno estaría abandonando a su
suerte a la agricultura comercial, que es la que alimenta a México.
Ahora toca la palabra a los Diputados Federales, que tendrán hasta el 15 de
noviembre para aprobar el Presupuesto de egresos para el próximo año, si el
campo es realmente una prioridad para este Gobierno, deberá verse reflejada en
el presupuesto.
Ing. Luis Fernando Haro Encinas
Director General del Consejo Nacional Agropecuario.