TECPAN, Guerrero. Debido a la contingencia sanitaria en contra del Covid-19, la mayoría de las bodegas en la Central de Abastos en la Ciudad de México están cerradas y por eso ha afectado sustancialmente la comercialización del mango que se produce en Tecpan y ha hecho que más de 60 por ciento de los que trabajan en esa actividad económica han sido dados de baja de las bodegas y las huertas, por eso se vislumbra un futuro negro, al menos este año, para ese sector, aseguró Daniel Radilla Ríos, presidente del Sistema Producto Mango en Guerrero.
En las huertas de la región de los sanluises, -principal productora de mango del país-, la fruta se echa a perder porque los trabajadores que recogían la cosecha fueron dados de baja, porque la pandemia hizo que la gente compre y adquiera otro tipo de productos básicos, entre los cuales no figura el mango, y al disminuir la demanda de la fruta tanto en las bodegas de la capital del país, como en Estados Unidos y Canadá, que son los principales mercados para los productores, la venta se cayó más de 60 por ciento, puntualizó.
En entrevista, el también presidente del Consejo Nacional del Sistema Producto Mango, afirmó que este año la producción disminuirá sustancialmente al grado de que muchos productores ya la dan por perdida, pues miran con preocupación que aunque cosechen, carecerán de compradores o solamente tendrán como única opción venderla por menudeo.
Ante el panorama desalentador, Radilla Ríos pidió al gobierno federal y estatal que diseñen estrategias emergentes para la creación de programas de empleo para ayudar a los trabajadores del mango, y sugirió la puesta en marcha de campañas de empleo temporal, que ayuden a los empleados, dijo, “de la misma forma en que el gobierno apoya a los jóvenes y adultos mayores”, al menos para que se poden los árboles, se limpien las huertas y se baje la cosecha, aunque no se pueda vender totalmente.
El dirigente propuso también que la Federación contemple ayudas para los microempresarios y pequeñas empresas, lo que consideró que ayudaría a que los propietarios de las empacadoras y comercializadoras de mango, sostengan a sus trabajadores y no se fomentaría el desempleo en plena época difícil por la contingencia sanitaria, y más si se considera, dijo, que la gente que trabaja en las empresas son pobladores de comunidades de la región en donde la falta de empleo es un problema muy marcado y preocupante.
Fuente:Inforural.com