MONTERREY, Nuevo León.
En recorridos por 18 municipios fuera del área metropolitana de Monterrey, EL NORTE encontró que se han implementado medidas para tratar de contener el coronavirus, pero a cambio de una creciente desesperación entre la población y las autoridades por la fuerte caída de sus ingresos.
Las restricciones sanitarias a negocios y la suspensión de actividades turísticas desde finales de marzo han impactado a los municipios de una manera más grave que la crisis de inseguridad que padecieron hace 10 años.
Las autoridades locales señalaron que han tenido que frenar obra pública y reorientar el presupuesto a programas sociales y para atender la pandemia.
Advirtieron, sin embargo, que si la pandemia no cede terreno, para octubre las cifras podrían estar en foco rojo y verse obligados a recurrir a endeudamiento ante la caída de las participaciones federales y los ingresos propios.
Un ejemplo es Bustamante, que ha cerrado parajes y paseos turísticos, como sus famosas grutas, para frenar el virus.
“Cayó la venta, un 70 u 80 por ciento, fue bastante”, estimó una vendedora de la plaza principal de Bustamante, que señaló a la falta de paseantes como la principal causa.
Adán Moisés Santos, Contralor en Bustamante, informó que están echando mano del Fondo de Desarrollo Municipal para encarar la emergencia.
“El presupuesto de Bustamante son como unos 40 millones”, dijo Santos. “En todo el año, vamos a perder 5 millones por nuestros parques”.
Hasta ayer, según cifras de Salud estatal, Bustamante registró seis contagios confirmados, de los que tres están activos, entre ellos el Alcalde Luis Felipe García y el Secretario de Ayuntamiento, Miguel Ángel Flores.
También en el norte del Estado, Villaldama, con 23 casos, y Sabinas, con 201, coincidieron en que tuvieron que usar el Fondo de Desarrollo Municipal.
En municipios de la región citrícola y el sur del Estado, como Terán, con 60 casos; Linares, con 323; Rayones, con dos, y Galeana, con 108, señalaron que han tenido que hacer una redistribución de recursos y frenar proyectos de infraestructura.
“Mucha gente le da prioridad a comer, a pagar servicios y no le ponen tanta consideración a pagar, por ejemplo, el predial”, dijo Eleuterio Villagómez, Alcalde de Terán.
“Estamos apoyando a gente con despensas”, señaló. “Difícilmente vamos a atacar el problema con despensas, pero es una forma de aliviar el hambre.
“Los municipios rurales necesitamos más el apoyo federal y espero que volteen a vernos”, agregó.
Fernando Adame, Alcalde de Linares, indicó que en cuestión de empleos el municipio está bien y hay empresas que buscan entre 300 y 400 trabajadores.
Sin embargo, detalló, los recursos que maneja el municipio han caído hasta un 25 por ciento o unos 340 millones de pesos respecto al 2019 por la reducción de las participaciones federales e ingresos propios.
Fuente> inforural.com