Zacatecas, Zac., Zacatecas atraviesa por una de las peores sequías de las décadas recientes. La ausencia de lluvias por tercer año consecutivo afecta a miles de agricultores y ganaderos; hasta especies silvestres, como venados, coyotes, jabalíes y roedores, mueren a causa del severo estiaje. Aunque ya comenzó la primavera, no hay flores en el campo. Dominan el horizonte la hierba amarilla, totalmente seca, y la ausencia de abejas.
Este páramo ha sido, cuando llueve, un vergel reconocido como uno de los principales graneros de México: los campesinos del municipio de Sombrerete –en el noroeste de la entidad–, junto con los de Saín Alto, Río Grande y Juan Aldama han obtenido el primer lugar nacional en producción de frijol, cebada y trigo, mientras los ganaderos, con sus animales de registro, están a la par de Sinaloa, Sonora y Chihuahua en cantidad y calidad de hatos.
¿Cuándo va a llover? Nadie tiene certeza, pero los productores de Sombrerete conocen algunos indicios que la naturaleza les da y que hoy no ven por ninguna parte: Cuando las tuzas se ponen a escarbar en la tierra y se juntan las jaurías de coyotes a aullar, esa es la señal segura
, afirma José Guadalupe Martínez Chávez, uno de los perjudicados por el estiaje.
Martínez Chávez y sus hermanos hacen frente como pueden a la falta de lluvias y a otros fenómenos climáticos que han golpeado a agricultores y ganaderos: la caída de granizo y las heladas. De los espejos de agua que existen en la región, entre bordos y pequeñas presas, entre 70 y 80 por ciento están secos.
Reclaman ayuda federal
La situación es verdaderamente crítica. Necesitamos apoyo y que el gobierno federal mande a sus expertos a cerciorarse de los estragos de esta sequía
, afirma el ganadero al pie de uno de los cientos de bordos que se quedaron sin agua, con las huellas del ganado y los animales salvajes que ahí bebieron.
En Sombrerete y localidades cercanas la situación es la misma. Se han visto afectados centenares de ganaderos de las comunidades de Charco Blanco, Colonia Hidalgo, Mateo Gómez, Zaragoza, El Sauz, Cantuna y González Ortega. Queremos que el mismo presidente (Andrés Manuel López Obrador) se dé una vuelta. No necesita venir en suelas de hule (neumáticos); que venga en un pájaro (avión), y desde arriba puede ver la desgracia que padecemos
.
Si la situación no mejora, los ganaderos deberán comenzar a vender sus animales a como nos lo compren, antes de que mueran
. Eso pasó hace dos décadas y hoy están muy cerca de repetirlo.
Arturo Fraire, presidente de la asociación ganadera local, aseguró en entrevista que la situación es bastante crítica
por la falta de lluvias, pastos y otros forrajes. Esta crisis afecta a 3 mil 100 ganaderos sólo en Sombrerete.
Refirió que además de la escasez de precipitaciones pluviales, los mantos freáticos están abatidos por la intensa actividad minera en esa demarcación.
A las orillas de la cabecera municipal, un cerro fue dividido por Minera Sabinas, de Grupo Peñoles, y Mina San Martín, de Grupo México, para explotarlo.
Ambas compañías, además de extraer enormes cantidades de agua para extraer y beneficiar la plata, contaminan el líquido.
Juan Haros, ganadero y campesino oriundo de la comunidad de San Pascual, al pie de la sierra de Sombrerete, comentó que para él la situación es extrema. Los bebederos agarraron muy poquita agua, y para el 20 de octubre (de 2020) ya no había ni para que tomara un pájaro. Bajamos de la sierra el ganado para el rancho
.
Al igual que otros productores, Haros se queja de la desaparición
de los programas federales de apoyo al sector agropecuario y pidió a López Obrador más atención para el campo.
Entre los predios de agostadero del Cerro del Cristo y del ejido Álvaro Obregón, el ganadero José Guadalupe Martínez Chávez expuso: Es de todos conocido que estamos en una situación crítica, dadas las situaciones climatológicas de los últimos tres ciclos
. Consideró que aunque se trata de un problema grave, el gobierno los tiene muy desentendidos
.
El Progan (apoyo federal a ganaderos) desapareció; el Proagro (antes Procampo), también; fueron eliminados los fideicomisos que nos daban acceso a financiamiento, a créditos de avío. Aunado a ello, nos están acabando el alto precio del diésel y la gasolina, la sequía, y por si fuera poco, la pandemia
, reprochó.
Trienio de pérdidas
Otro productor, Ángel García, del poblado Las Palmas, también en Sombrerete, explicó que el invierno pasado no cayó aguanieve, la cual permite que crezcan pastos y diversos forrajes en los cerros.
“Esta sequía no es de los últimos meses; es de los tres años recientes, y en 2020 se agudizó. En la parte ganadera andamos completamente mal. Ni en los agostaderos ni en las labores (milpas) se dio cosecha, y si no hay cosecha, no hay pasturas. ¿Qué hacemos?
Además de la desaparición de los programas federales para el sector agropecuario, Ángel García, mencionó que tienen otro problemilla
: la falta de seguros catastróficos que anteriormente pagaban los gobiernos estatal y federal para protegerlos de fenómenos climáticos severos.
“Tenemos tres años con pérdidas. Y ahora, cuando llamamos a las autoridades para pedir apoyo, ni nos contestan. Necesitamos ayuda del gobierno federal, porque sin campo no hay comida para nadie. ¿Cómo va a ser justo que un litro de diésel cueste 23 pesos y un kilo de frijol 14 pesos? ¡No ajustamos, no la libramos!
Martínez Chávez reitera su llamado a López Obrador a reactivar los programas de apoyo al sector, porque aquí Zacatecas y en Sombrerete, centro del granero más productivo del país, sentimos que estamos abandonados
.
Fuente: LA JORNADA