Mientras aumenta la presencia del picudo en el chile por la humedad del ambiente, otras como el gusano cogollero del maíz tienden a disminuir
Las lluvias de la temporada generaron efectos contrastantes en la incidencia de las plagas en cultivos, pues mientras aumenta la presencia del picudo en el chile por la humedad del ambiente, otras como el gusano cogollero del maíz tienden a disminuir.
Octavio Flores Licón, presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal, comentó que el comportamiento de las plagas ha cambiado con la llegada de las precipitaciones a la región centro sur del estado.
Hace un mes y medio, recordó, había mucho pulgón en los nogales, pero gracias a las lluvias ha bajado la incidencia y con ello los perjuicios a la cosecha de nuez. Sin embargo, se fue un problema y llegó otro: la aparición de hongos en los árboles debido a la humedad, aunque esto no es grave todavía.
En relación con el gusano barrenador del ruezno, otra plaga del nogal, se ha detectado en las huertas gracias al monitoreo oportuno. Recomendó a los agricultores aplicar a tiempo sus pesticidas para evitar daños a las nueces.
También, se ha encontrado la plaga del picudo en la mayoría de los campos de chile, desde Camargo hasta Meoqui. Se ha mantenido bajo control desde los primeros meses del desarrollo de las plantas, pero ahora, con las condiciones de lluvia, se genera un medio que favorece su propagación.
En los cultivos de maíz se tuvo al comienzo bastantes problemas por las altas temperaturas, sobre todo en mayo y junio, porque esto propiciaba el estrés de las plantas y la proliferación del gusano cogollero.
Pero vinieron las lluvias y el clima mejoró, ya que los maizales se han desarrollado de manera óptima porque las precipitaciones aportan nitrógeno, elemento clave en el crecimiento, de tal manera que se aprecian con mucho follaje y buena altura.
Sobre todo, la lluvia ha ayudado a eliminar al gusano cogollero y eso permite igualmente el desarrollo de los cultivos.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua