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jueves, marzo 28, 2024

Desafíos en la ganadería: Diarrea Viral Bovina y Virus Herpes Bovino tipo 1, Parte 2

En la primera parte mencionamos que las enfermedades abortivas y respiratorias son de los problemas de salud más importantes que enfrentan los productores de ganado de carne y leche en todo el mundo al ser los de mayor impacto productivo, son el Complejo Respiratorio Bovino (CRB) y el Complejo Abortivo Bovino (CAB) que, al actuar en sinergia con otros agentes ocasionan lesiones que tienden a volverse crónicas y hacen necesario tomar decisiones sobre mantener o eliminar a los individuos ya que constantemente aparecen y mantener animales positivos nos hace que otros individuos se contagien.
Mencionamos que ambos complejos tienen un efecto negativo debido a que provocan bajo rendimiento, disminución en la producción láctea o infertilidad, disminución de las tasas de ovulación, aumento en el intervalo entre partos y días abiertos, aumento de número de dosis/vaca, repetición de celos, haciendo que se requiera un mayor número de reemplazos por eliminación. Ahora toca hablar de la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina.
• Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR)
El agente etiológico de la IBR o Vulvo Vaginitis Pustular Infecciosa es el virus VHB-1, la enfermedad fue descrita en 1895, que afecta al ganado bovino doméstico y silvestre. Esta enfermedad es responsable de pérdidas significativas con la restricción del mercado internacional, debido a los problemas reproductivos que ocasiona y también cuando se relaciona con Complejo Respiratorio Bovino (CRB).13
El virus VHB-1 participa en el CRB iniciando el cuadro mediante la inmunosupresión por una disminución de células mediadoras de la inmunidad del animal infectado, frecuentemente desencadena en infecciones bacterianas secundarias (Pasteurella multocida, Manhemia haemolytica e Histophilus somni antes conocido como Haemophilus somnus)3 los cuales pueden causar neumonía.

 

La vía de entrada natural del virus a través de membranas mucosas como las de: vías respiratorias, del tracto urinario y también puede ser por vía conjuntival. La vía común de transmisión es nasal-nasal; para la transmisión genital puede ser por monta directa o por inseminación artificial con semen contaminado.7,14
En el ganado joven las manifestaciones clínicas son fiebre 3-4 días con picos de 41°C, apatía, anorexia. En vacas lecheras adultas hay una disminución en la producción láctea, signos respiratorios y oculares que se hacen evidentes de 2 a 3 días post infección; los signos clínicos apreciables incluyen: mucosa nasal roja, descarga nasal de serosa a mucopurulenta, respiración acelerada y aumentada, tos, conjuntivitis, y descarga ocular mucopurulenta. El aborto es una consecuencia de la infección respiratoria, de una vaca seronegativa, el cual se presenta entre los cuatro y ocho meses de gestación, además puede inducir muerte embrionaria a los 3 meses de gestación.

Un aspecto importante en la patogenia de los Herpesvirus es la latencia, es decir, un periodo de infección persistente durante toda la vida del individuo, pero con replicación viral recurrente que puede desencadenar en la transmisión y el mantenimiento de una respuesta inmune antiviral detectable. Durante el periodo de latencia el virus infeccioso no es detectado mediante técnicas convencionales de aislamiento15,16.
La reactivación a partir de la latencia es iniciada a través de un estímulo externo, (estrés e inmunodepresión, como en el CRB o durante periodos de transición antes o después del parto, destete o movilización del ganado) la cual estimula la expresión de los genes virales, resulta en enfermedad y transmisión del virus. La expresión continua de los genes virales es detectada en neuronas sensoriales y el virus puede aislarse a partir de muestras de hisopados oculares, nasales o de tejido ganglionar (TG). Por lo tanto, las infecciones latentes en hospederos clínicamente normales proveen un reservorio potencial no identificado para la transmisión 7,15.
Control y prevención
Los programas de bioseguridad deben enfocarse en las rutinas que mejoren el bienestar y salud del hato, y a su vez, eviten el ingreso de estas y otras enfermedades. Deben considerarse programas de vigilancia que permitan la detección y diagnóstico de enfermedades. En el caso de las infecciones por VDVB y VHB-1 pueden ser diagnosticadas mediante aislamiento viral, pruebas serológicas que detectan al virus o sus componentes, anticuerpos o con pruebas basadas en detección de ácidos nucleicos como PCR o RT-PCR.

  • Disminución de estrés durante los procedimientos de medicina preventiva o revisiones de rutina (uso de mangas de manejo, prensas) y manejo gentil del ganado.

  • La vacunación es la mejor alternativa para fortalecer y preparar al sistema inmune ante cualquier posible infección; por lo que se debe tener especial atención en la inmunización de las madres próximas a parir, becerros recién destetados y de los animales en crecimiento. Los programas de vacunas dependerán de la etapa productiva. Las vacunas pueden estar elaboradas a base de virus vivo modificado o virus inactivados, y ser aplicadas ya sea intramuscular o mucosal (intranasal). Es importante el buen uso de los biológicos, cuidando que se protejan de la luz y mantengan su temperatura.

  • Control y tratamiento de las infecciones agudas en vacas no gestantes e inmunocomprometidos.
  • Identificación y eliminación de los animales infectados persistentemente o en fase de latencia.
  • Inseminación artificial como alternativa al uso del toro; las dosis de semen se recomiendan que sean evaluadas, además de los parámetros de rutina verificar que esté libre de patógenos.

  • Cuarentenar animales enfermos para prevenir la exposición directa del hato sano a patógenos, es la base del control de la transmisión de agentes endémicos.
  • Uso individual de material desechable como agujas, pipetas, guantes de exploración y palpación. El uso de materiales y equipos reutilizables en el tratamiento o manejo (inseminación) de animales enfermos subclínicos involucra un importante riesgo de transmitir agentes patógenos entre animales, al estar éstos en contacto con secreciones corporales como estiércol, orina, saliva, secreciones respiratorias, entre otras.

  • Uso de ropa de trabajo exclusiva para el trabajo, en especial para el lavado y limpieza. Es de gran importancia el lavado de manos y de botas, el cual tiene como objetivo remover la mayor cantidad de materia orgánica adherida, cobra especial importancia en el manejo de animales enfermos, ya que éstos diseminan cantidades altísimas de agentes patógenos. (Brandt et al. 2008)
  • Rutinas de lavado y desinfección de equipos tales como la maquinaria para alimentación y de vehículos que abandonan las unidades de producción, con el objeto de eliminar estiércol u otras secreciones depositadas en ellos. Esta estrategia evita que accidentalmente se disemine la materia orgánica contaminada en el trayecto y destino a otras zonas dentro o fuera del rancho.
  • Limpieza y desinfección de los alojamientos de manera rutinaria para evitar acumulación de heces o en el caso de animales enfermos, de secreciones con partículas virales. La ventilación es de suma importancia, aumenta el riesgo de enfermedades debido a la acumulación de altos niveles de humedad, gases, polvo y la concentración de bacterias. Las altas concentraciones de amoníaco por la acumulación de la orina y heces producen efectos adversos en el sistema respiratorio superior, en especial de los becerros, causando grave irritación; por lo que se hace hincapié en la necesidad de realizar limpieza regular y la provisión de cama seca, junto con una ventilación adecuada.

Al ser virus envueltos al estar fuera del huésped, son susceptibles a factores ambientales como pH, temperatura y a la exposición a detergentes: el virus se inactiva por desecación, sin embargo, al tratamiento con soluciones químicas y en especial protocolos de rotación de pH resulta ser más efectivo para acortar los tiempos de inactivación.

 

 

Conclusiones

  • La bioseguridad es un elemento fundamental en la salud y en la producción animal, la prevención, siempre será la mejor alternativa para evitar pérdidas económicas dentro de cualquier unidad de producción pecuaria, las herramientas mantendrán y mejorarán el estado sanitario en las unidades productivas.
  • Las buenas prácticas pecuarias deben ser consideradas como normas de estricto cumplimiento, que buscan garantizar la salud de los bovinos, de las personas que interactúan con ellos y consecuentemente la obtención de productos de origen animal inocuos para el consumidor. Estas normas deben ser aplicadas tanto por el personal como por los visitantes. De su aplicación depende el progreso y la eficiencia de la actividad pecuaria, la calidad de los productos, estabilidad laboral y la salud de los consumidores.
  • Se recomienda vigilar constantemente el estado de salud de los bovinos, calidad de las dosis de semen externo, así como vigilancia clínica, de laboratorio y epidemiológica.
  • Medidas básicas como la limpieza y desinfección de áreas productivas y del transporte, lavado de manos y uso exclusivo de ropa para la granja, uso de material como aguja desechable/ animal, catéteres de inseminación/ hembra, jeringas desechables, guante de exploración/ palpación por animal, no movilizar equipos entre áreas y medidas de control de plagas, contribuirán a ganar camino en la carrera para el control y erradicación de DVB y VHB-1 en las unidades productivas.

Fuente: Ganaderia. com

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