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La población de moyos o cangrejos azules se ha reducido drásticamente en la zona de Boca de Apiza, en el límite de Tecomán con el estado de Michoacán; la población de la región caza estos crustáceos para vivir o para comercializar, pero se llegó a un límite
La población de moyos o cangrejos azules se ha reducido drásticamente en la zona de Boca de Apiza, en el límite de Tecomán con el estado de Michoacán; la población de la región caza estos crustáceos para vivir o para comercializar, pero se llegó a un límite en el que podría no haber marcha atrás, informó Alejandro Vázquez, presidente de la junta municipal de la localidad.
En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades correspondientes, pero también a la población de Cerro de Ortega y Tecomán que acuden de manera constante en esta temporada de moyos, “sabemos que mucha gente viene a agarran moyos y los venden, ya sea en la misma comunidad de Cerro de Ortega o diferentes lugares”. No obstante que sea un medio de vida, la preocupación de las autoridades locales es que la gente además de llevarse a los moyos, se llevan a las moyas y eso ha reducido significativamente la población, de ahí el exhorto que hizo Alejandro Vázquez, primero a los diputados y en su momento a las autoridades estatales y municipales para que se sancione a quienes realicen la matanza de las moyas.
“Necesitamos que las moyas sean protegidas, hace muchos años venía la gente a la playa de Boca de Apiza e incluso atropellaban moyos de tantos que había, pero horita podemos ver que con trabajos encuentras 20 después de la lluvia; queremos protección para evitar que posteriormente tengamos la especie en peligro de extinción”.
Finalmente, Alejandro Vázquez lamentó que “a pesar de la situación, no se ha presentado ninguna autoridad de Profepa y solamente se ha contado con algo de apoyo de la Policía Estatal, con quienes se realizan inspecciones para que los pescadores dejaran ir las moyas, fue una gran labor y se va a seguir realizando”.
Fuente: Inforural.com
