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Bayer presentó un sistema tecnológico, que aseguró, “revolucionará la producción de maíz en México y el mundo”, el cual ya inició su siembra en Sinaloa y Sonora y tiene como meta comercializarse en 70% de los estados del país donde se cultiva hacia el 2026, incluyendo la zona centro y el sureste mexicano.
Este sistema se basa en el uso de semilla híbrida de maíz que permite cultivar una planta de menor tamaño, lo cual la hace resistente al acame y posibilita tener más plantas por hectárea sin necesidad de mayor cantidad de fertilizantes o agua; además que emplea tecnología digital que hace más eficiente y sustentable la aplicación de insumos, como insecticidas o herbicidas.
La siembra de este sistema de producción denominado Vitala inició en Sinaloa y Sonora, pero se extenderá hacia Guanajuato, Jalisco, Michoacán, para posteriormente llegar al sur-sureste mexicano, no solo para obtener grano sino para procesos de ensilaje, destacó el director general de Bayer México, Manuel Bravo, quien añadió que para el centro del país se estima llegar con esta tecnología en los años 2023-24 y dos años después al trópico mexicano.
Con esta innovación la planta de maíz crece hasta un metro menos respecto a los 2.5 o 3 metros que alcanzan los híbridos convencionales, lo cual es una ventaja porque el principal “enemigo” es el viento y con esta estructura se reduce a cero probabilidad de que planta se caiga; además los surcos se reducen de 75 a 70 centímetros y la densidad de siembra aumenta alrededor del 40%, con promedio de 130 a 150 mil semillas por hectárea, cuando en México hoy se pueden alcanzar 100 mil semillas en esta superficie, pero incluso en diez años podría llegar a 180-220 mil plantas por hectárea.
Así lo explicaron Manuel Bravo, junto con el creador del sistema Vitala, Manuel Oyervides, Juan Luis Becerril, responsable del mismo para Latinoamérica y Laura Tamayo, directora de asuntos públicos, sustentabilidad y comunicación de Bayer México, quienes destacaron que mediante prácticas agronómicas se hace un uso más eficiente de los recursos naturales como el agua y la tierra, así como de los nutrientes y la meta a futuro es reducir el uso de insumos en 20%.
En conferencia de prensa digital, el director general de Bayer México, expuso que la tecnología esta diseñada para todo tipo de productores pequeños, medianos y grandes, tanto en riego como en temporal y remarcó que es amigable con el medio ambiente, protege la biodiversidad, al usar menos insumos, producir más y no expandir frontera agrícola.
La expectativa que tenemos para el sistema Vitala es poder contar con más o menos 70% de la superficie de los estados de México, con oportunidad de comercializarlo hacia el 2026”, resaltó Juan Luis Becerril. Precisó que la semilla es hecha en México y se producirá y comercializará en el ámbito mundial. Detalló que 2020 es el segundo año comercial en Sinaloa y el sur de Sonora, que se realizan pruebas en estado de Guanajuato y se realizará la primer prueba en el noroeste de México.
Indicó que el costo de la tecnología es de 8 mil 950 pesos por hectárea, lo cual consideró es un buen nivel de competitividad con respecto a lo que se tiene en la actualidad.
La empresa informó que cada año en México consume un promedio de 36 millones de toneladas de maíz, de los cuales la producción nacional alcanza un promedio de 23 millones, lo que hace necesario importar el resto; pero existe potencial para incrementar la producción de maíz blanco hasta 42.8 millones en 2030, por lo que es necesario impulsar innovaciones de este tipo.
Manuel Oyervides hizo hincapié en que la resistencia al acame es relevante si se considera que en Sinaloa, por ejemplo, se pierde 15% de la productividad en maíz convencional por vientos y lluvias fuertes, pero con esta innovación se reduce a un tercio la altura de planta y se logran raíces más profundas, que absorben más agua y nutrientes.
En cuanto al uso de agua, refirió, en dicha entidad se aplican cuatro riegos y si se reduce de cuatro a dos riegos la baja en rendimiento es del 24%, mientras que con Vitala solo 8%. Además se optimiza el uso de insecticidas, herbicidas y agua.
Manuel Bravo subrayó que esta tecnología “revolucionará la forma de producir maíz, cuidando el medioambiente y ofreciendo a los agricultores un mayor control y eficiencia en el manejo de su cultivo”.
Fuente: Imagenagropecuaria.com
