El campo ha tenido un crecimiento exponencial desde 1994, cuando inició el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (hoy T-MEC)) y desde 2015 tiene un crecimiento sostenido que no ha frenado a pesar de contingencias como la pandemia de Covid 19. Así, 2023 será un año de retos, pero plantará las semillas para un futuro sostenible y productivo.
«HAY QUE BUSCAR LOS ESQUEMAS PARA HACER QUE LOS FINANCIAMIENTOS, LA TECNOLOGÍA, LA INNOVACIÓN Y LA INTEGRACIÓN A LAS CADENAS PRODUCTIVAS, LLEGUEN A LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES.»
Los transgénicos, el eterno debate
Si los productores no tienen las herramientas necesarias que pasaron las inspecciones necesarias y toda la normatividad habrá impacto negativo. Prohibir por prohibir no lo vemos como una solución. “En 2022 hablamos de 18 millones de toneladas de maíz que es genéticamente modificado, lo que se importó, que va para la alimentación de ganado; pero no hay forma que en dos años (fecha para la que se propuso que dejen de importar alimentos genéticamente modificados), se produzcan 18 mil millones de toneladas de maíz”, estableció. Desde su punto de vista, las decisiones tienen que tomarse basadas en ciencia y no en ideologías, “porque querer decir que vamos a producir lo suficiente de manera orgánica, que alguien me explique cómo lo van a hacer porque realmente no veo que haya un plan de gobierno. Si queremos tener éxito en el largo plazo, tenemos que tomar decisiones correctas en el corto plazo.
Director General CNA/ Luis Fernando de Haro